El Gobierno de Ayuso y la Crue han tenido desacuerdos este jueves. La Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (Crue), que agrupa a las 50 universidades públicas españolas y las 27 privadas informaron sobre algo crucial este día. Anunciaron que si las universidades y centros de investigación israelíes no repudian la ofensiva en la Franja de Gaza, suspenderán los convenios de colaboración.
La consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y la presidenta madrileña, en plena recta final de la campaña para las elecciones del 12 de mayo, han respondido de manera rotunda a este comunicado de la Junta Rectora de la Crue.
Emilio Viciana, miembro del consejo, ha enviado una carta donde muestra su «sorpresa» ante el interés «selectivo» de la Crue. Tal y como señala, «produce extrañeza que no se manifestara recientemente ante asuntos que resultan mucho más cercanos, y que sí le pudieran resultar más comprometidos». Con esto se refiere a «las amenazas al Estado de derecho y la separación de poderes aquí, en España, al hilo de la ley de amnistía». Así lo ha declarado, recordando los numerosos comunicados emitidos por otras asociaciones o instituciones sobre este tema.
Emilio Viciana sobre el desacuerdo entre el Gobierno de Ayuso y la Crue: «amenaza»
Sin embargo, según Viciana, como asesor, no se debe pasar por alto advertir sobre «la quiebra de la seguridad jurídica y el acto de censura y control ideológico, incluso de falta de humanidad«. Esto implica lo que para el líder educativo de la Comunidad es claramente una «amenaza» de la Crue. Por otro lado, en su declaración deja claro y explícito: «revisar y, en su caso, suspender los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado su firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario».
Conforme a Viciana, este fragmento «atenta contra la seguridad jurídica». Esto se debe según cuenta, a que «se refiere a acuerdos que son meramente académicos; y atenta contra la libertad de expresión y conciencia, porque las ideas políticas de los científicos e investigadores no deberían ser parte de dichos acuerdos, ni se les puede obligar a pronunciarse». En esta instancia, el Ejecutivo madrileño recalca que «este tipo de firmas forzosas nos recuerdan demasiado a regímenes dictatoriales».
«Tal peligro – sigue Viciana- también es una acción de crueldad». Y es que afirma que «no es justo ni proporcional exigirle a nadie que vaya contra su propio país cuando está en guerra». En consecuencia, se cuestiona: «¿Se hizo con las instituciones académicas e investigadoras palestinas a raíz de los atentados de Hamas?. «No se mencionaba algo así en los comunicados que la Crue publicó al respecto de dichos ataques», añade.
Viciana se compromete a «amparar» a los docentes de las universidades israelíes
Según destaca, la amenaza también afecta los derechos laborales de los investigadores, docentes y trabajadores de estas instituciones. Continúa explicando que «su trabajo y sueldo están en peligro por motivos ideológicos que, además, escapan a su control ya que vienen en bloque». Viciana recuerda que privar a alguien de su salario, de una subvención o negarle un convenio por razones ideológicas es inconstitucional e, incluso si se tratara de acuerdos que fueran convenios, la competencia recaería en el Consejo de Gobierno de cada universidad y no en la Crue.
Según el consejero de Madrid, aunque «todo cabe en las universidades», existen «límites». Uno de ellos es el «acatamiento de la Constitución». En consecuencia, desde su Consejería se compromete a «observar» todos los convenios suscritos por la Comunidad de Madrid. Asimismo, promete proteger a los profesores, investigadores y empleados de las instituciones académicas israelíes que sean afectados por las medidas anunciadas por la Crue.
Ayuso dice quiénes son los responsables de las protestas universitarias
Ayuso, la presidenta, también dio su opinión este jueves desde Gerona. Según ella, los que se esconden detrás de las protestas universitarias «son los mismos grupos internacionales de siempre de la izquierda». Y añade que ahora están ganando fuerza en los campus». En su criterio, esto es «irracional». Sin embargo, recordó que «este mensaje no es nuevo y siempre ha sido utilizado por aquellos que aprovechan los espacios públicos para hacer política».
«En nuestros campus, no se puede politizar, debemos recordar que en España, en todas las universidades, residen muchos judíos, muchos israelíes, así como también numerosos rusos, ucranianos y palestinos», prosiguió. Por lo tanto, «no podemos utilizar el campus para expulsar a nadie, sería equivalente a continuar señalando los comercios israelíes». De esta manera, apunta que «es como decir que vamos a seguir señalando los negocios israelíes, vamos a pasar de señalar con la estrella de David al judío a empezar a señalar el negocio israelí para perseguirlo».
La misma pregunta que le formuló a Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, durante el Pleno de la Asamblea, fue lanzada por Ayuso: «¿En los campus universitarios alguien va a recordar a esos 1.400 asesinados por Hamas, y ni hablemos de esas mujeres que fueron mutiladas, violadas, desguazadas y luego exhibidas como trofeos por la Franja de Gaza por el simple hecho de ser mujeres judías e israelíes?». Para la presidenta, esto carece de sentido y «sumarse a eso nos lleva de vuelta a los peores episodios del siglo XX».
