Residentes del distrito de Vicálvaro lamentan que se esté convirtiendo en una zona roja de Madrid
Por Jhon Ramos
Más de 2.500 vecinos del distrito de Vicálvaro han firmado una petición dirigida al Ayuntamiento de Madrid en Change.org para exigir más presencia policial, ante el repunte de las peleas entre numerosos grupos de jóvenes que tienen en vilo a padres y representantes.
La recaudación de firmas inició a finales del mes de enero y, sobre la marcha, se han suscitado varios hechos violentos en el distrito, como el registrado el día 29 de ese mes en una pizzería del barrio a la que llegaron unos siete jóvenes que se escondieron en el baño del local, porque otro grupo de chavales, presuntamente de Vallecas y armados con machetes, piedras y palos, los perseguía para agredirles.
“Desde hace dos o tres años esto ha sido una constante, cada fin de semana se presentan peleas y actos vandálicos. Si bien es cierto que con la pandemia y el confinamiento se dejaron de ver un poco estos episodios, desde hace seis meses es cada vez más común escuchar sobre palizas que les han pegado a jóvenes residentes del distrito, o también de robos cometidos por grupos de chicos considerablemente numerosos”, ha declarado a El Distrito una de las voceras de la plataforma de vecinos, denominada ‘Stop Violencia Vicálvaro’.
Desde dicha agrupación vecinal aseguran que la violencia no solo se nota en las calles, sino también en los institutos del distrito, varios de ellos con antecedentes previos por peleas juveniles. “Denunciamos la violencia y la inseguridad que hay en el barrio, da igual si los agresores vienen de Albacete o son de aquí, pues no se trata de un solo hecho en concreto, sino de un cúmulo de episodios de violencia juvenil en general, siempre en zonas similares”.
Asimismo, lamentan que Vicálvaro se esté convirtiendo en una zona roja de Madrid, pues es un barrio “en el que siempre se ha vivido muy bien, pero los últimos dos o tres años se ha normalizado que pasen estas cosas y el problema es que no siempre se denuncian, porque tanto los padres como los hijos tienen miedo” de que se tomen represalias posteriormente. “Si no hay denuncia, la Policía no está al tanto de si es algo habitual o si es un hecho aislado, por lo que creemos que es esa la razón por la que no se refuerza la presencia policial en el barrio”, han puntualizado.
Otra vecina consultada por este periódico ha asegurado que los jóvenes “ya no pueden salir un viernes con la noción de que van a llegar a casa con todo lo que llevan encima, por lo que ahora se ponen de acuerdo para salir en grupos, porque de esa manera se apoyan, dado que los agresores normalmente andan también en manadas”.
Violencia juvenil
“Ha habido incidentes concretos en el que hemos tenido el conocimiento de que los agresores vienen de otros barrios, pero en otros ha pasado que las peleas son entre jóvenes de aquí, por lo que se trata de una violencia focalizada en los jóvenes, indistintamente de donde residan. Basta hacer una búsqueda en las redes sociales para saber que es así, pareciera que está de moda quedar para pegarse, y Vicálvaro se está convirtiendo en un punto de encuentro habitual para este tipo de peleas”, lamentan desde Stop Violencia Vicálvaro.
En ese orden de ideas, han insistido en que “hay mucha desinformación porque la gente no se atreve a denunciar”, por lo que han instado a las víctimas o a sus representantes, en caso de que sean menores de edad, “a hacer la respectiva denuncia para visibilizar aún más estos actos violentos”.
Sobre la recogida de firmas en concreto, las voceras han puntualizado que piden “principalmente una comisaría de Policía Nacional en Vicálvaro y, si eso no es posible, que debería serlo porque de hecho está concedido un terreno para ello desde el 2004, pues que en la Policía Municipal de Vicálvaro se habilite una oficina de denuncias para que sea más fácil hacerlas”.
Y es que la comisaría de la Policía Nacional que tiene las competencias de Vicálvaro se encuentra en el distrito de San Blas-Canillejas, donde fuentes consultadas por El Distrito han confirmado que, en el mejor de los casos, solo hay tres funcionarios para tomar las denuncias.
“De momento nos han dado un teléfono de Participación Ciudadana para que nos pongamos en contacto en caso de que vuelva a ocurrir algo similar, pero les hemos explicado que esto ocurre todos los fines de semana, sin falta, no son hechos aislados, por lo que no entendemos por qué si lo saben, no actúan. No es necesario que esperen una llamada para reforzar la presencia policial, ya de antemano les estamos diciendo para que tomen cartas en el asunto”, han sentenciado.
Así, el objetivo de Stop Violencia Vicálvaro “es que haya más vigilancia y que se monitoreen más las redes sociales para frustrar estas quedadas de jóvenes que se quieren pelear”. “Tienen que tener en cuenta que en Vicálvaro somos más de 75.000 habitantes, es un barrio muy grande, que ha crecido mucho porque además están Valdebernardo, El Cañaveral y Valderrivas, entre otros, con una tasa de natalidad importante. No puede ser que la comisaría que brinde apoyo a nuestro distrito esté en San Blas-Canillejas, que ya de por sí tiene sus propios barrios. Nos sentimos abandonados”, han señalado.
Un viejo problema
Debido a que esta problemática viene desde hace años, desde Stop Violencia Vicálvaro explican que tienen constancia de que este tema se ha abordado en los Consejos de Seguridad que se hacen cada seis meses, “y en ninguna oportunidad han llegado a una solución”.
“Nuestra intención, además de seguir recogiendo firmas, es hacer que esta alternativa siga creciendo y obteniendo el apoyo de las autoridades. Hemos estado hablando con distintas asociaciones del barrio, entre ellas con la Asociación de Vecinos de Vicálvaro que, de hecho, ya han publicado un comunicado condenando este problema social, porque que unos niños se muevan en redes para generar violencia es algo preocupante, no solo aquí., sino en todas partes”, han condenado.
De igual manera, han invitado a los institutos y los centros educativos a “concientizar también sobre esto, porque hay allí un problema de fondo en esos jóvenes que sienten la necesidad de ser violentos”. “Todas las partes tienen que intermediar en esto para cortar el problema de raíz, de lo contrario, nada servirá… ni la comisaría, ni el refuerzo policial”, han apuntado.
Otra petición que han hecho las voceras, madres de adolescentes que estudian y hacen vida en el distrito, es que se apliquen “castigos más severos” a los agresores: “Queremos que realmente vean que hay una consecuencia seria, no solo la multa que les pagarán sus padres, porque de lo contrario al día siguiente volverán a hacer lo mismo. Deberían obligarles a hacer trabajos sociales, que haya algo que les haga entender que eso está mal, porque no queremos que un niño de 14 años sea encerrado en una cárcel, como pasa por ejemplo en Estados Unidos, pero tampoco queremos que nuestros hijos tengan una mentalidad y una visión tan enferma. Al final los niños de hoy son los adultos de mañana, como no les cuidemos y brindemos la orientación adecuada, estaremos en graves problemas como sociedad”.
Finalmente, otra de las propuestas impulsadas por varios vecinos es que haya “presencia policial de la Caballería en los parques, porque es un cuerpo que por lo visto funciona bastante bien y, en estos lugares tan grandes, igual esa podría ser una solución”.
“También se han incrementado los actos vandálicos, tales como el destrozo de coches y la quema de contenedores, hechos que antes no pasaban o pasaban muy poco, ahora son el pan de cada día. El miedo que nos da es que se llegue a normalizar todo esto, porque hemos escuchado a gente diciendo que no es para tanto y, estamos convencidos de que sí lo es, pues a raíz de estos episodios hay chavales que han quedado inconscientes en los hospitales, si eso no es para tanto, entonces, ¿qué lo es?”, han cuestionado.
