Un nuevo aspecto, nuevos equipamientos, un espacio para el arte. La plaza Mayor mira al futuro con un proyecto que quiere devolverle su esencia: ser un lugar para el encuentro, para la convivencia ciudadana. Ana Botella, alcaldesa de la ciudad, se ha acercado hoy a este enclave histórico para visitar las obras que son, en sus palabras, "el pistoletazo de salida al Plan de Mejora y Adecuación, con el objetivo de poner en valor uno de los hitos arquitectónicos de Madrid de cara a su cuarto centenario".
La necesidad de abordar este plan, que contempla revalorizar sus tesoros arquitectónicos, mejorar la seguridad, remarcar la iluminación y aumentar sus atractivos con la incorporación de pinturas en las bóvedas de los soportales, la explicaba así Ana Botella: "Su uso intensivo, visitada cada año por casi 10 millones de personas, su carácter monumental, y el desgaste propio de una zona con muchísima actividad comercial y de todo tipo, genera deficiencias, desgastes y deterioros que es preciso subsanar para mantener en perfecto estado este preciado Bien de Interés Cultural". Se da respuesta además a las demandas de vecinos, comerciantes y principales asociaciones del entorno.
Los trabajos se realizarán en tres fases. Será la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) la encargada de redactar el proyecto y revisar las obras de la primera fase, cuya finalización está prevista para el primer semestre del próximo año. Tiene un presupuesto de 3.150.000 euros e incluye actuaciones para acabar con las humedades, reparando cubiertas, canalones y cornisas, y revocando y limpiando fachadas.
En una segunda etapa se quiere invitar a importantes artistas plásticos a que utilicen las bóvedas de los soportales como lienzos inspirados en el cuarto centenario de la plaza y en los hechos históricos asociados a la misma. Finalmente, en un tercer momento muy cerca ya de la celebración de los 400 años de su existencia, hacia 2017, se abordará la renovación del pavimento y la reordenación del mobiliario y usos.
Más actuaciones
Ana Botella recordó que en la última Junta de Gobierno, celebrada el pasado mes de julio, se aprobó la construcción de un nuevo edificio para bomberos y SAMUR en el distrito de Centro, por valor de 2,6 millones de euros. Las obras comenzarán en otoño y su plazo de ejecución es de 12 meses. "Con este nuevo equipamiento, -explicó la alcaldesa- las actuales dependencias del Parque de Bomberos de la calle de Imperial y del SAMUR de Alberto Aguilera con vuelta calle Vallehermoso se trasladarán a un edificio nuevo y moderno, que se construirá en San Bernardo, 68".
El traslado libera el edificio de la calle Imperial, que servirá de ampliación a la Casa de la Carnicería, y permitirá así que este inmueble tenga uso hotelero, ya que era necesario, para concedérselo, que el edificio tuviera salida directa a una calle con tráfico, tanto para el paso de mercancías como de clientes, "algo que de este modo se soluciona", apostilló Botella.