La Casa de Cantabria continúa revelándose como uno de los centros culturales y artísticos punteros del distrito. Su incansable actividad de promoción cultural y su esmerada puesta en escena ha deparado un nuevo hito con las dos exposiciones que han podido contemplarse en sus salas durante la segunda quincena de mayo.
La pimera de ellas, ubicada en el piso inferior, reúne a tres artistas bajo la doble disciplina del óleo y el esmalte. Así, Lucila (sobrenombre artístico de María Gómez de Parada) nos muestra su técnica detallista y atenta al color en sus recreaciones de tema mayoritariamente religioso; María del Prado R. Céspedes prefiere el paisajismo y el trazo impresionista; y Guadalupe F. de Arce cultiva el esmalte de diseño más abstracto.
En el piso superior, el marchante José Vilaplana, a la cabeza de la galería Atenea´s, nos guía por una muestra abigarrada de pintores contemporáneos de primera línea: una gran variedad de estilos (costumbrismo, paisajismo romántico, retrato realista…) dentro de un común figurativismo. Sublime.