Este jueves, se completa la negociación discreta y intensiva entre los socialistas y Carles Puigdemont, culminando en la aprobación de la amnistía por Pedro Sánchez. Tras sacar adelante esta ley, el presidente pone la cereza en el pastel de concesiones a ERC y Junts.
El texto normativo alcanzado por los posconvergentes excluye los casos de terrorismo grave, garantizando así beneficios para aproximadamente 200 independentistas procesados desde 2011.
A pesar de ello, para Junts ni para ERC no será suficiente. El partido tiene como objetivo prioritario la autodeterminación, la segunda declaración de Puigdemont en el acuerdo de investidura.
La misma postura fue mantenida por ERC durante la votación de las enmiendas sobre terrorismo en la Comisión de Justicia. Tanto los republicanos como Junts seguirán adelante con su plan de lograr la autodeterminación a toda costa, utilizando los mecanismos implementados desde el proceso y que incluyen, a través de la ‘agenda del reencuentro socialista’, un referéndum pactado.
El esperado momento que ambos partidos anhelaban desde la sentencia del procés, se ha hecho realidad este jueves, pero de manera unánime, demandan lo mismo: «Ahora es momento de la autodeterminación», tal y como han manifestado tanto Nogueras como Turull, y durante la tarde de este jueves, también el mismo Puigdemont. «Tenemos pleno derecho de continuar con el proceso independentista, de ejercer la política y nuestros derechos sin ser violentados por las estructuras del Estado», ha expresado.
La ambición separatista no se detendrá aquí, como han expresado hoy sino que mantendrá la lucha hasta el final con los trámites más delicados en el Congreso de los Diputados. Tras la agónica indulgencia, ahora le toca el turno a los presupuestos.
Según han expresado sus líderes, Junts comienza desde cero» y deja la indulgencia a un lado porque es resultado del pacto de investidura.
Por más que el ministro de la Presidencia y Justicia Félix Bolaños se haya felicitado a sí mismo por el acuerdo a tres partes para aprobar la ley, los éxitos de Pedro Sánchez no significan nada para los posconvergentes.
Junts no asegura a Sánchez obtener sus 7 votos para las finanzas públicas nacionales, aún cuando han presionado a los socialistas durante las negociaciones y han dejado claro su descontento al derribar la ley el pasado 30 de enero, además de todas las concesiones del PSOE en verano, como el mediador internacional y el traspaso de Rodalies a ERC.
No solamente seguirán el camino hacia la autodeterminación, sino que también demandarán un acuerdo fiscal para que el Estado solucione la «deuda histórica» del pueblo catalán, algo que han reiterado en el Parlament este jueves, tras la aprobación del texto normativo de la amnistía.
Ha sido afirmado por el parlamentario de Junts Jordi Munell: «Un convenio justo con el Estado debe incluir la cancelación de la deuda histórica». Ahora comienza una nueva etapa, en la cual, aunque se ha protegido a Puigdemont del «terrorismo callejero» que está siendo investigado por el Supremo y que involucra a Tsunami Democratic, las metas y el plan de acción de Junts siguen siendo los mismos en pleno año electoral, con el pulso y choque frontal con ERC por la agenda independentista.
La ley de la amnistía asegura la reactivación de la carrera política de Carles Puigdemont con las elecciones europeas en perspectiva y sin descartar la posibilidad de que, si se presenta la coyuntura, pueda ser candidato a la Generalitat.
Presionar ahora es el objetivo para lograr la independencia de Cataluña desde Bruselas. Con la carta de Puigdemont en las instituciones europeas y sin cargas judiciales, los de Junts han abierto un nuevo camino para acorralar a Pedro Sánchez y lograr que la UE modere el conflicto político en Cataluña.
Según explicó el diputado Francesc de Dalmases en el Parlament este jueves, un ‘juntaire’ del ala de Laura Borràs, el propósito es que Cataluña se convierta en un miembro de la UE con voz propia. Un espacio donde Puigdemont «ha encontrado el lugar donde buscar justicia», señaló, y cuya fecha electoral tiene una gran relevancia para el partido por esa razón.
El Govern de Pere Aragonés se está encargando de abrir un camino, desde la consellería de Acció Exterior de Meritxell Serret, también presente este jueves en la comparecencia de Dalmases para mostrar apoyo.
Los socialistas han potenciado esta hoja de ruta como moneda de cambio para la investidura de Pedro Sánchez, con propuestas como la intervención del ministro de Exteriores en las instituciones europeas para que el catalán sea reconocido como lengua oficial, una medida pactada con Junts.
De esta manera, Pedro Sánchez ha pagado sus impuestos para revalidar el mandato como presidente del Gobierno, pero sigue dependiendo de los votos de Carles Puigdemont. La única diferencia es que ahora Carles Puigdemont tiene más garantías y Sánchez sigue estando igual de sujeto al escrutinio constante de los partidos nacionalistas.
