¿Cuánto tiempo llevas participando en esta carrera?
Unos cinco años.
¿Por qué te gusta correr en esta competición y precisamente ese día?
A mí me encanta correr y esto es una tradición. Igual que como las uvas a las doce también sé que por la tarde voy a correr en la San Silvestre. Me he picado, y durante todo el año estoy deseando que llegue el día.
¿Cómo la definirías?
Escapar de un año e ir ‘corriendo’ a contrarreloj a ‘coger’ el siguiente.
¿Alguna anécdota o curiosidad?
Hay mucha gente que se disfraza. Yo mismo el año pasado me puse una peluca verde, una montera de torero y una espada. Hay que ponerse cosas cómodas. Un año vi a un participante disfrazado de Obélix. A los pocos metros ya no podía más. No veo esta carrera como una competición sino, sobre todo, como una fiesta y una celebración en todos lo sentidos. Hay mucho compañerismo y mucha gente que nos acompaña en la calle. Hay varias San Silvestres, creo que hacen una también en Vicálvaro, pero como el ambiente que se respira en la vallecana ninguna.