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Despilfarro de los fondos europeos

Por Roberto Centeno

La pasada semana, en el inicio de la crucial campaña de Madrid -la campaña de todas las campañas-, el psicópata Pedro Sánchez presentó como oferta estrella, por octava vez desde el pasado mes de octubre, el Himalaya de mentiras de los fondos europeos, que a su juicio es «el plan mas ambicioso de la historia reciente, similar a la entrada de España en la UE».

Sánchez se presenta como candidato efectivo, puesto que de lo que se trata es de un plebiscito sobre el sanchismo. El candidato no es el mindundi de ‘Fray’ Gabilondo, al que su propio partido deja en ridículo negando sus ofertas clave, como la de no subir impuestos.

La mentira es tan escandalosa y el símil tan disparatado, que uno se asombra de que los líderes de la oposición no se le echaran al cuello en el acto. En primer lugar, por una cuestión meramente cuantitativa.

Para evitar el colapso de la economía española, en 2020 el BCE nos ha entregado la fabulosa cifra de 300.000 millones de euros a interés cero y sin control alguno; 150.000 millones a la banca para que facilite créditos y compre deuda; y 150.000 millones al Estado.

En total, el pasivo de la economía española con la autoridad monetaria es ya de 762.000 millones, equivalentes al 70% del PIB, una auténtica salvajada y la cifra mas alta de la Eurozona.

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Si ahora comparan ustedes los 300.000 millones de 2020, con los 23.000 del programa de fondos europeos que, con suerte, vendrán en 2021 -ya que los 140.000 millones se extienden a lo largo de seis años-, comprenderán la gigantesca trola de Sánchez al decir que estos 23.000 millones permitirán el plan mas ambicioso de la historia reciente.

Si con 300.000 millones los socialcomunistas realizaron la gestión económica mas desastrosa del mundo desarrollado; la caída del PIB fue del doble que la de la UE; el empobrecimiento de las familias fue cuatro veces más que la media de Europa; hay seis millones de personas sin trabajo y la tasa de paro juvenil con el 48% es el mayor de la OCDE, ¿qué narices van a hacer con 23.000 millones?

Por eso resulta tan incomprensible que el autoproclamado líder de la oposición, el cobarde corazón de albondiguilla Pablo Casado, en vez de aplastar a Sánchez con estos razonamientos sobre la estafa de los fondos europeos, que además va a utilizar profusamente durante toda la campaña y que ya ha repetido ocho veces en forma solemne, por el contrario le invitara a que juntos se vacunen con AstraZeneca, propuesta rechazada por Sánchez con el mayor desprecio. Y es que, como afirma Federico Jiménez Losantos, «se puede ser tonto, muy tonto, rematadamente tonto, requetetonto… y del PP».

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A continuación, Sánchez volvió a explicar las mismas generalidades y memeces que ha repetido ya ocho veces: que el 39% del dinero irá a la transformación ecológica -es decir, a chiringuitos marxista-ecologistas-; que el 29% será para la transformación digital, algo que este analfabeto ni siquiera tiene idea de qué es; que el 10,5% se destinará a la educación (adoctrinamiento, etc); y, como siempre, sin explicar cuándo va a llegar el dinero.

En resumen, va a despilfarrar estos fondos de forma exclusivamente clientelar y, por si alguien lo dudaba, afirmó después que «consultará a las organizaciones de género» sobre el reparto de los mismos.

Era ya lo que faltaba, la organizaciones ‘feminazis’ van a tener un poder decisivo en el reparto y empleo de los fondos recibidos. El plan prevé una macrocampaña con el objetivo de crear un «clima favorable» en la opinión pública de las reformas contempladas, «poniendo en valor el impacto positivo de los fondos en la recuperación y transformación de la economía española y europea».

Y eso sí, preparan lo que eufemísticamente denominan «modernización del sistema fiscal», que es el más expoliador de la OCDE, pues explica cómo la presión fiscal sobre la familia media española (matrimonio y dos hijos) es la tercera más alta del mundo; y, además, el impuesto de sucesiones más elevado del planeta, que en una generación habrá robado la riqueza acumulada por el 70% de las familias españolas.

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Finalmente, hay un tema de auténtica carcajada. Todos los gobiernos socialistas que siempre han empobrecido a este desgraciado país, han prometido en algún momento la creación de 800.000 puestos de trabajo, justo esta cifra que perece un icono del socialismo. Lo hizo Felipe González; lo hizo el indigente mental José Luis Rodríguez Zapatero y, ahora, lo vuelve a hacer el mentiroso compulsivo de Sánchez.

Curiosamente, cuando González no lo consiguió, los periodistas le preguntaron al vicepresidente Alfonso Guerra que, al menos era un patriota y ciertamente gracioso, cómo habían mentido tanto. La respuesta de Guerra fue histórica: «Están ustedes equivocados, nos interpretaron mal. Nosotros nunca dijimos que crearíamos 800.000 puestos de trabajo, sino 800 o 1000».

En resumen, la oposición lo tiene sencillísimo para aplastar el discurso triunfalista de los fondos europeos. Los 300.000 millones despilfarrados en 2020 frente a 23.000 ridículos millones en 2021; la peor gestión económica del mundo desarrollado; el empobrecimiento de las familias cuatro veces mayor que la media; récord histórico de paro y, ya el colmo, los fondos europeos gestionados por las organizaciones ‘feminazis’ y demás chusmas socialcomunistas. Tendrían que ser unos necios, archinecios y meganecios si no lo hacen.

Roberto Centeno es Catedrático de Economía de la UPM.

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