La Bella y la Bestia fue el colofón perfecto para un emocionante final de curso en el colegio Nazaret de San Blas. Los alumnos de 4º de la ESO llevaban preparando esta función clásica desde el lejano mes de octubre y, por las reacciones del público asistente a la obra, la actuación fue más allá del elogio. Además de los estudiantes, fueron muchas personas las que formaron parte de este proyecto infantil que tan a buen puerto ha llegado: padres, abuelos de las diferentes residencias, alumnos de otros centros (Adavir-Villaverde, Sar-quativae, Orpea, Ciudad Pegaso, entre otros…).
La elección de la obra no fue baladí: pone de manifiesto uno de los valores básicos para la relación entre personas, la belleza radica sobre todo en el interior, en los sentimientos, la mayoría de las veces en aquello que no se ve. Como recalca Bienvenida Umpiérrez Chacón, directora titular del colegio: “Algunos pueden pensar que se trata sólo de un cuento infantil que habla de seres encantados, pero este musical esconde sentimientos muy humanos, una historia para adultos, una historia para todos. El amor de hija, la lealtad de unos servidores que siguen siendo fieles a su trabajo, la compasión, incluso la comprensión por toda la agresividad y mal humor de la Bestia, cuyas palabras amargas piden compasión por la tristeza de su estado que sólo Bella comprende. Como expresaba Saint Exupery, “lo esencial siempre es invisible a los ojos”. Este musical ha sido una invitación a mirar al fondo, a no dejarse influenciar sólo por las apariencias”.