En el censo que realizó el Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada (CPM), a finales de 1986, se hablaba de que existían 2.674 familias chabolistas (62 núcleos) en el municipio de Madrid. A finales de 1997, se habían convertido en 4.178 familias. Amenazaba un problema urgente que había que solventar. Los poblados de realojo creados por el Consorcio (casas bajas y tipología especial) habían devenido en guetos y en focos de inseguridad y delincuencia. En 1998 nació el Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) y optó por otra solución: el realojo en viviendas normalizadas.
Villaverde ha sido uno de los distritos que más ha sufrido este problema. El poblado de Plata y Castañar, está prácticamente desmantelado. Tan sólo tres familias se han quedado fuera del proceso de realojo. No constan en el censo que se hizo hace años. En el poblado de El Salobral, cuyo desmantelamiento comenzó hace siete meses, cien familias han sido realojadas el 4 de noviembre. Una mitad en once distritos de la Comunidad y la otra en otros tantos municipios. Este poblado compuesto por 400 chabolas en las que habitan más de 1.400 personas es uno de los más grandes de la Comunidad. Con el desmantelamiento de este poblado desaparecerá un tercio del chabolismo de la Región. Además los vecinos han conseguido que no se realoje masivamente a sus habitantes en el distrito como ya ocurrió anteriormente. Tan sólo cuatro familias han sido realojadas en Villaverde, por el momento.
Datos tan optimistas como que el 96% de las familias realojadas por el IRIS se integran en la sociedad y el 100% de los menores han sido escolarizados, alientan para que este problema sea erradicado.
