Estamos cansados de escuchar lo estupenda que es usted. Yo discrepo. Necesitó una operación, se saltó la lista de espera. Predica la austeridad, pues la practica con los docentes de los colegios públicos (los de los privados, sagrados, incluso están subvencionados). Habla de transparencia, pues se le olvida mencionar unos miles de euros que engrosan sus haberes con cargo a los impuestos de los madrileños (lo habrá hecho por solidaridad con sus consejeros o con su compañera de partido, la Sra. Cospedal). Siempre he creído que quien miente uno miente ciento. Un cargo público que, con la que está cayendo, se atreve a ocultar sus retribuciones, es como un atentado económico a la democracia. Usted no tiene ni un euro y el Sr. Gallardón va a dar prioridad a la Calle de Atocha y a la Plaza de Jacinto Benavente. ¿No se sienten comprometidos con los parados, las personas mayores, los ‘mileuristas’ y la educación? No, ¿para qué? Esos ciudadanos no les van a votar. Casi lo olvido, los euros que esconde son superiores a mi pensión de viudedad.