En los últimos años se ha convertido en habitual la práctica de la sedación para la realización de diferentes pruebas complementarias e intervenciones, como son los tratamientos odontológicos. El objetivo de la aplicación de estas técnicas es reducir el estrés, incrementar la comodidad del paciente y mejorar el control sobre el mismo en la realización de los diferentes procedimientos diagnóstico-terapéuticos, así como garantizar su seguridad.
Analgesia o sedación
Tal y como explica el Dr. Chamorro, Jefe de la Unidad de Cirugía Oral y Maxilofacial, Odontología y Periodoncia Hospitalaria del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, «hay que distinguir entre analgesia, sedación mínima o ansiolisis y sedación moderada o consciente. Este último tipo de sedación es el que empleamos en nuestra unidad de cirugía oral y odontología en colaboración con el servicio de anestesia del hospital liderado por el Dr. Javier Rubio».
En la sedación moderada o consciente el paciente responde adecuadamente a órdenes verbales solas o acompañadas por leve estimulación táctil. No se requiere ningún tipo de intervención para mantener la permeabilidad de la vía aérea, la respiración es espontánea y la función cardiovascular usualmente se mantiene inalterada. Se consigue con la administración de fármacos intravenosos y es preceptiva la presencia de un médico especialista en anestesiología y reanimación.