Las obras de demolición del Colegio Alemán iniciadas la semana pasada han sido paralizadas por orden de la titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 26 de Madrid, Marta Iturrioz Muñoz, al entender que de prosperar el recurso contra el nuevo uso que el propietario de la superficie desea implantar podría suponer una inversión multimillonaria por parte del Ayuntamiento de Madrid. Es por ello que la magistrada ha aceptado la medida cautelarísima del recurso presentado por la Asociación Española para la Defensa del Desarrollo Ecológico Sostenible (ADDES) contra la resolución del pasado 10 de junio de la Gerente de la Agencia de Actividades del consistorio.
La juez sostiene que si bien la paralización del derribo puede suponer un perjuicio para el propietario del inmueble, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, en tanto en cuanto la implantación de la actividad se vería retrasada, la titular del juzgado interpreta que “la ejecución de la demolición sería mucho más perjudicial en caso de ser estimado el recurso”. Así lo indica en su escrito, al que ha tenido acceso el diario El País, donde también se aborda el “sentido histórico” del edificio derruido. En este sentido, Iturrioz Muñoz subraya que el Colegio Alemán es “una pieza importante de la arquitectura contemporánea de la ciudad de Madrid, habiendo sido solicitada su inclusión en dicho catálogo -del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997-, por ejemplo, por la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio”.
Durante más de un decalustro, la avenida de Concha Espina acogió el Colegio Alemán, considerado el más grande de Europa; sin embargo, el Gobierno teutón trasladó la sede al barrio de Montecarmelo. Por su parte, la Orden Hospitalaria San Juan de Dios adquirió para impartir enseñanzas universitarias el complejo, compuesto por cuatro edificios diseñados por los afamados arquitectos germanos Alois Giefer y Hermann Mäckler, bajo la dirección de Willi Schoebel Ungría. Ahora, los propietarios pretenden ampliar el cercano hospital de San Rafael con un edificio de uso docente con oficinas y aparcamiento.
Según subraya la plataforma Madrid, Ciudadanía y Patrimonio (MCyP), el antiguo Colegio Alemán es un claro ejemplo de arquitectura contemporánea, un precedente en la arquitectura escolar por su calidad y funcionalidad, con espacios abiertos dentro del conjunto general. Se da también la circunstancia de que las instalaciones y el mobiliario fueron importados del país europeo, “dado que el avance tecnológico español era menor que el alemán”, señalan desde la Fundación Docomomo. La juez mantiene que de continuar con los trabajos de demolición, el daño sería muy grave. De acuerdo al auto: “Aunque se volviera a construir el edificio, ya no se trataría del original proyectado en 1957, con lo cual el perjuicio irreparable ya habría sido causado, de no quedar suspendida la demolición en este mismo momento, demolición desgraciadamente ya comenzada”.