Tras más de diez horas de registro, Policía Nacional encontró ayer restos biológicos en el piso franco desocupado y en obras que usaba Antonio Ortiz, el pederasta de Ciudad Lineal, para abusar de sus víctimas. En la vivienda de la calle Santa Virgilia de Hortaleza, los agentes hallaron dos pisadas de niño y restos de vómito en la pared, a falta de cotejar con el ADN de las víctimas para saber si se corresponde a alguna de ellas.
Asimismo, se encontró la crema que compró Ortiz cuando llevaba a una de las menores en su coche, así como una multa de vehículo Toyota que dos de sus víctimas habían descrito. Y es que el depredador sexual había cambiado su coche por una Citroën Berlingo para no levantar sospechas.
Toma de declaración
Antonio pasa hoy a declarar ante la jueza de Instrucción número 10 de Madrid, María Antonia de Torres Díez-Madroñero, encargada de la causa contra este hombre al que se le imputan cinco abusos a niñas y tres tentativas de este mismo delito en el último año. Se da la circunstancia de que esta magistrada está hoy en funciones de guardia de detenidos, por lo que directamente será la encargada de la declaración judicial.
El detenido ha vuelto a dormir esta noche en los calabozos de la Comisaría de Tetuán, mantiene una actitud distante y ofrece escasa colaboración. Continúa "extremadamente tranquilo", según el jefe de Policía de Madrid, Alfonso Fernández Díez, que ha calificado a Antonio como “un detenido extraño” por su actitud. Y es que la clave para su detención, como se supo ayer, fue un control preventivo desplegado en Ciudad Lineal, que le alertó y provocó que durante dos horas merodeara por el distrito. Gracias al comportamiento extraño de Ortiz, tras pedirle la documentación unos agentes, le llevaron a seguirle e identificarle como sospechoso para posteriormente detenerlo en Santander.
En unos días, la Policía hará una reconstrucción de los hechos con al menos una de las víctimas y se llevará a cabo una rueda de reconocimiento con el detenido.