Por Luis Merlo Flores
Recuerdo cuando la gente contemplaba aquellas repúblicas bananeras de América, donde la United Fruit campaba a sus anchas, con algo de conmiseración y bastante desprecio. Hoy podemos decir que finalmente Sánchez lo ha logrado, al rebajar a España e incluso superar el nivel de las mismas.
Con sus ridículas “memorias” y la sarta de grotescos decretos que hace aprobar a sus esbirros del Parlamento, ha envilecido a España, humillando a un pueblo que puede repasar con orgullo las hazañas de su pasado. De hecho, ha llevado las cosas al límite y, solo queda preguntarse, cómo puede haber ciudadanos que lo voten.
Es una monumental ironía que la progresista dictadura del General Franco haya sido reemplazada por la retrógrada dictadura socialista, cuando justamente estos se han apropiado del término «progresista».
La supuesta “democracia española” es en realidad una tiranía de la peor especie, porque no solo se trata de un pueblo inerme ante un Gobierno autocrático que restringe su libertad y coarta su accionar, sino que pretende que los ciudadanos “comulguen con ruedas de molino”, pretendiendo convencerles que gozan de una perfecta democracia aderezada con un “Estado de Bienestar”.
Antonio García-Trevijano, en su libro ‘La Gran Mentira’, afirma que, en el mejor de los casos, el régimen que predomina en España se puede llamar “Partidocracia”, ya que el poder (cracia) reside en los partidos y no en el pueblo (demos).
Llamar ”democracia” al presente sistema de gobierno es una broma de mal gusto, cuando la libertad en España es virtualmente inexistente.
El filósofo Julián Marías declaró en relación a la transición a la democracia que «hace falta estar ciego para no ver la progresiva y rápida disminución de la libertad en España desde hace año y medio», y añade que «desde 1981 había experimentado lo que podríamos llamar un principio de entumecimiento».
«Había menos vivacidad, menos alegría, menos espontaneidad personal y social, un sentido más débil de empresa, de camino abierto hacia el futuro; la libertad era todavía respetada, pero no incitada o estimulada». (La Nación de Buenos Aires, 1984).
Para pretender ser una República, en España la Justicia brilla por su ausencia, ya que la independencia de los poderes no existe. El PSOE domina la Fiscalía y, en la actualidad, por medio de un decreto, pretende controlar la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional.
El nivel de politización de la Justicia española es inadmisible: jueces que liberan a asesinos múltiples de ETA porque se “arrepienten”, y el nivel de inseguridad ciudadana es cada vez peor. Los okupas se encuentran favorecidos por la legislación.
Ataque a la familia
La familia, como célula básica de toda sociedad, ha sido atacada por una serie de leyes bajo el pretexto de proteger a minorías que no precisan protección alguna: legislación homosexual, el aborto, transexuales, política de género, etc.
Promoción del separatismo
El gobierno promueve abiertamente el separatismo, llegando a subvencionarlo y proteger a líderes separatistas.
Hace gran escándalo con el Referéndum catalán que, de cualquier manera, era inválido (solo un 43% de votantes acudieron a las urnas), pero permite algo mucho más grave; en las escuelas catalanas solo enseñan en catalán y les llenan la cabeza a los niños con mentiras para fomentar su odio a España.
Intervención de la educación
La educación ha sido intervenida de forma arbitraria, llegando incluso a introducir cursos muy cuestionables de supuesta educación sexual e instrucción cívica. Las organizaciones de padres sin poder alguno.
Libertad de expresión comprometida
La libertad de expresión es prácticamente inexistente gracias a las Leyes de “Prevención del Odio”, Memoria Histórica, Decreto del Holocausto, Memoria Democrática y, además, con los medios de comunicación propiedad del Estado. A esto se le suma el agravante de que son fuente de cuantiosas pérdidas que deben pagar los contribuyentes.
Calumnias a la población
Realizan un constante lavado de cerebro de la población con mentiras, calumnias y distorsiones de carácter histórico, en particular respecto a los 40 años del gobierno del General Franco, período que internacionalmente fue calificado como el del “auge español”, llegando a medidas tan mezquinas y dictatoriales como la exhumación de los restos de sus líderes y la eliminación de estatuas, calles y plazas con sus nombres.
Aunque durante la Guerra Civil los socialistas quemaron y destruyeron miles de iglesias y conventos y asesinaron a infinidad de víctimas inocentes, en la actualidad tales “excesos” no serían aceptados por la comunidad internacional, pero han centrado su pérfido accionar contra una Basílica como la del Valle de los Caídos que, además de un templo sagrado, es un monumento simbólico no sólo para España, sino para el mundo entero.
Ayuntamientos sin independencia
Los Ayuntamientos no tienen independencia alguna: estatutos impuestos por el Gobierno Central, los vecinos no pueden alterarlo. Los vecinos no tienen derecho a decidir cómo se gobierna su Ayuntamiento.
Libertad laboral inexistente
Tampoco existe la libertad laboral. El desempleo crónico que sufre España desde que Felipe González destruye 3.000.000 de puestos de trabajo generando un record del 27% de desempleo y lo mantiene gracias a las medidas impuestas para dificultar la creación de empleo: ley Laboral, sindicatos falsos, impuestos elevados, pesada burocracia.
El desempleo creado por las medidas gubernamentales es utilizado como instrumento del poder: entre otras cosas, so pretexto de crear empleo se introducen sin oposición 2.500.000 enchufados en el Gobierno, multiplicando por cinco el tamaño del costosísimo e inoperante Ejecutivo. Al ridículo Ministerio de Igualdad le asignan un presupuesto de 20.000 millones de euros.
España se convierte en uno de los países donde es más difícil trabajar, a autónomos y pequeñas empresas les cuesta sobrevivir. La tan mentada Ley Laboral, que con gran descaro los socialistas pretenden que “protege” a los trabajadores, solo ha logrado en todos los países donde la han impuesto que se reduzcan los salarios y se limite la creación de empleo.
La auténtica seguridad laboral procede de mercados laborales donde prima la demanda y no existen restricciones para la creación de nuevas actividades. En EEUU el despido es libre, pero no presenta un grave problema como en España, ya que con un nivel de desempleo inferior al 4%, es muy fácil conseguir otro empleo.
Una auténtica “conquista” laboral surgió hace varios años voluntariamente de los empresarios norteamericanos, que implementaron lo que llaman “el valor agregado del trabajo”, que consiste en igualar los trabajadores a los accionistas: un accionista aporta su dinero y percibe dividendos, pero si la empresa progresa, también se beneficia del valor agregado de sus acciones.
Un trabajador aporta sus horas de trabajo y percibe por ello un salario, pero bajo esta nueva concepción, también se beneficia si la empresa progresa y da beneficios, ya que se le asigna un porcentaje de dichos beneficios que acumula, creando un capital que percibe junto con su jubilación. La intención es lograr que el trabajador se interese por el éxito y beneficios de su empresa.
Corrupción generalizada
Hoy se ha generalizado la corrupción y vemos a expresidentes, vicepresidentes y ministros disfrutar de la vida, al nivel que sus mal habidas fortunas les permiten.
Sistema electoral fraudulento
El sistema para elegir funcionarios en España resulta ser una tomadura de pelo a los ciudadanos, a quienes incluso se les vende como la manifestación suprema de una democracia que jamás existió.
Es pregonado por los políticos, pero es tan falso que, en lugar de asegurar la representatividad de los candidatos y su idoneidad para el cargo, garantiza que ningún candidato competente y honesto figurará en las listas, confirmando que los únicos votantes son quienes confeccionan dichas listas. Además, otorgan subvenciones ilegales para comprar votos y crear “chiringuitos” de carácter político.
Política fiscal paralizante
Los directos son demasiado elevados y los indirectos prohibitivos (gasolina, electricidad, gas) IVA. Como consecuencia, el coste de la vida se ha incrementado, provocando incluso al bajo crecimiento demográfico.
Han abierto las puertas y 40 años después las mantienen así, a la indeseable inmigración africana, cuyas mayores aportaciones son el sida y el fundamentalismo, sin consulta alguna al pueblo español.
Participación ciudadana nula
Finalmente, hay una falta total de participación ciudadana, que debe soportar los abusos del Gobierno sin chistar, puesto que no dispone de medios para actuar. Como guinda al pastel, incorporan al Gobierno a los enemigos declarados de España: comunistas, separatistas y terroristas.
Se habla de izquierdas y derechas bajo definiciones distorsionadas, pero lo dicho en estas líneas representa sin ambages la descripción de una dictadura de la peor especie.
