La presunta implicación en el homicidio de la persona ahora detenida ha sido posible gracias a los vestigios recogidos por especialistas de la científica

Detenida una segunda persona por su presunta vinculación con un homicidio que tuvo lugar el pasado 14 de marzo en el madrileño distrito Centro. Tras cometerse el crimen se arrestó a un primer individuo en el lugar donde se consumó el homicidio. El varón manifestó a los agentes que la víctima se había autolesionado y posteriormente fallecido como consecuencia de las heridas.

Los investigadores pudieron comprobar que en el crimen podría haber participado un segundo varón. De acuerdo a las pesquisas, tras la agresión el individuo se habría refugiado en un edificio ocupado en el madrileño barrio de San Blas-Canillejas. Durante el arresto y el registro de la habitación en la que se ocultaba, se intervino un arma blanca artesanal que está siendo analizada.

La investigación se inició el pasado día 14 de marzo. Los agentes del grupo de seguridad ciudadana se personaron en un domicilio del distrito Centro de Madrid donde había aparecido el cadáver de un varón de 36 años. En el lugar, que se encontraba cubierto de sangre, se encontraba además un hombre que aseguró tener tener una relación sentimental con la víctima. Igualmente, intentó hacer creer a los agentes que el fallecido, después de una discusión se había provocado lesiones que le causaron el fallecimiento.

Tras su detención ha sido puesto a disposición judicial

Al lugar se desplazaron agentes del grupo de homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial; así como del grupo de delitos violentos de la Brigada Provincial de Policía Científica. Los uniformados examinaron y recogieron las pruebas en el domicilio donde habían transcurridos los hechos. Debido a las incongruencias que manifestaba la pareja de la víctima, se le arrestó por su presunta implicación en los hechos. Posteriormente se puso a disposición de la autoridad judicial.

Los investigadores, tras recoger los diferentes testimonios, se plantearon la hipótesis de que en el homicidio pudiese haber participado una tercera persona; dicha tesis se corroboró gracias a los vestigios recogidos por los agentes de policía científica que realizaron la inspección ocular en el lugar del crimen. Una vez identificado el segundo implicado, fue localizado por los investigadores en un edificio ocupado del distrito madrileño de San Blas-Canillejas, donde se había refugiado tras su presunta participación en el crimen. Tras el operativo para proceder a su arresto se registró la habitación donde vivía, en la que se encontró un arma blanca de fabricación artesanal que está siendo analizada.