“Sonidos de otro mundo” es la denominación que Neopercusión ha recibido de los grandes críticos. Mediante campanas budistas, el gong de la ópera china, el tintineo de las copas de cristal, instrumentos hindúes o dúos para vibráfono y marimbas, este trío percusionista se encargó de cerrar el ciclo Ritmo vital el pasado 26 de enero en el Centro Cultural Galileo, que desde diciembre ha acercado al público diferentes estilos musicales. A este estilo vanguardista, con oportunidades escasas de escuchar, se unió la voz de la soprano Celia Alcedo en la única obra para percusión de Ligeti: Síppal, dobbal, nádihegedüvel: Weöes Sándor verseire.