Varias chinos huyeron de una obra ilegal en Usera después de que Policía y Bomberos realizasen una inspección de los trabajos.
Un grupo de chinos que trabajaban en una obra ilegal en Usera abandonaron apresuradamente al personarse en el lugar agentes de la Policía Municipal y efectivos del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Según avanzó el diario ABC, el singular episodio tuvo lugar el pasado lunes, 30 de diciembre.
Bomberos del consistorio se desplazaron hasta un inmueble ubicado en la calle Salasierra, 15, a requerimiento del cuerpo de seguridad local. Los operarios acudieron para comprobar la legalidad de la actuación que en el edificio se estaba desarrollando. Al percatarse de la presencia de los funcionarios, varias personas que trabajaban en la obra huyeron del lugar a la carrera. Entonces, los bomberos procedieron a inspeccionar la estructura, comprobando que las actuaciones estructurales no contaban con la preceptiva licencia. Asimismo, constataron que los trabajos habían afectado a la seguridad ciudadana.
No obstante, los funcionarios concluyeron que no existía riesgo de derrumbe. Asimismo, los hechos se pusieron en conocimiento del Departamento Técnico de Edificación Deficiente del Ayuntamiento. A su vez, dicho órgano comunicó a la propiedad la paralización del proyecto hasta que no se garantizase la seguridad para los viandantes.
Según el testimonio recogido por ABC a varios residentes, éstos temen ahora que las obras ilegales hayan afectado a sus viviendas. «Han tocado vigas, las cuales estaban apoyadas unas encima de otras», relata al citado medio un vecino. Desde la asociación de vecinos Usera sospechan que los artífices de la actuación pretendían erigir un hotel en la zona.
Un hecho similar en julio
Las autoridades ya han realizado intervenciones similares con anterioridad en el distrito de Usera. Según informó a través de redes sociales la Policía Municipal, en el mes de julio se paralizó una obr en la zona cuya estructura peligraba. Los trabajadores, también de origen asiático, realizaban labores de albañilería sin portar ninguno de ellos equipos de protección individual. Es más, en el momento de la intervención, los empleados calzaban chanclas. Los agentes no pudieron comprobar que tipo de licencia amparaba las obras.
