Sorprendidas y escépticas. Así se han mostrado las asociaciones de Vecinos de Latina y Carabanchel Alto ante el anuncio de que la antigua cárcel pueda ser convertida en hospital de referencia para estos distritos.
La buena noticia fue adelantada en las páginas del diario EL MUNDO, donde se recogía la intención de Aguirre de proponer en su programa electoral la construcción de un hospital en el solar que ocupa actualmente la cárcel de Carabanchel, cerrada desde 1998. Los vecinos desconfían de este cambio de postura, pues la presidenta de la Comunidad y el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, han repetido una y otra vez que las necesidades sanitarias de los vecinos de Latina y Carabanchel estaban cubiertas con el Hospital Clínico.
Por todo ello, y hasta que el proyecto avance, prefieren mantener la cautela. No hay que olvidar que el nuevo equipamiento está condicionado a la disposición de las tres administraciones implicadas. Primero, el Ministerio de Interior, el propietario de los terrenos, debe manifestar si está dispuesto a ceder la parcela. Después, el Ayuntamiento debería recalificar los terrenos para equipamientos públicos y abandonar la antigua idea prevista para estos ellos: construir vivienda privada.
Las asociaciones urgen, por tanto, a que los políticos expresen su postura, sobre todo a el PSOE, dado que en su mano está el desarrollo final del proyecto. En cuanto a la Comunidad, le exigen que garantice la gestión pública del nuevo hospital.
Pero si alguien se ha mostrado verdaderamente escéptico con la posible medida es el grupo socialista de la Asamblea de Madrid. El portavoz socialista de Sanidad, Lucas Fernández, no oculta sus preferencias por el Hospital Gómez Ulla: “Los distritos de Latina y Carabanchel ya tienen un hospital, un hospital infrautilizado desde el punto de vista tecnológico y de recursos humanos, que, dándole un buen uso, podría ser el séptimo hospital más importante en número de camas y dotación tecnológica de carácter público de Madrid”. De hecho, Rafael Simancas señala directamente al Gobierno regional como el único que está obstaculizando la posibilidad de que el Gómez Ulla sea cedido por el Ministerio de Defensa para convertirse en el hospital de referencia de los distritos afectados.
Para los socialistas es cuanto me-nos “sospechoso” que el Gobierno de Aguirre no quiera utilizar un hospital que ya está construido para hacer otro a escasos metros. “No es el primer ejemplo que tenemos de uso de terrenos públicos por parte de la Comunidad de Madrid para la construcción de un hospital privado, véase el hospital de Valdemoro”, sentenció Lucas Fernández.
