El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, sigue ocultando la verdadera magnitud de la pandemia del coronavirus.
Pedro Sánchez ha intervenido en la sesión de control en el Congreso. El presidente socialista ha avanzado que la ceremonia de Estado por las víctimas se celebrará el próximo 16 de julio. Sánchez dedicará estee acto a los «27.000 compatriotas» que han perdido la vida por la enfermedad, haciendo referencia al dato de fallecimientos que el Ministerio de Sanidad mantiene congelado desde hace diez días. Unas defunciones por la pandemia que podrían alcanzar cerca de las 40.000.
Al mismo tiempo, Sánchez ha presumido de que su política «ha salvado miles de vidas», en concreto, 450.000, ha considerado.
Como lleva haciendo desde meses atrás, el socialista ha tratado de desactivar la labor de la oposición, censurando que el PP «pregunte por la gestión y las consecuencias de la gestión» ante la pandemia. En este contexto, ha asegurado que «agentes sociales, empresarios y sindicatos y, sobre todo, los españoles hemos logrado muchas cosas», como «la destrucción de miles puestos de trabajo».
Pablo Casado, por su parte, ha reprochado que España tenga «las peores cifras de fallecidos, contagiados, y parados». También ha señalado que «las comparaciones son odiosas» con otros países, donde los responsables de gestionar la pandemia han dimitido o comparecido ante la Justicia.
El líder de la oposición ha ofrecido de nuevo a Sánchez distintos pactos para crear empleo, extender los ERTE o la creación de una Oficina Nacional de Víctimas.
«La crispación que vende su propaganda no es más que el eco del no es no», ha acentuado. «La división que nos imputa es la división de su propio gobierno. Los únicos antipatriotas son los socios que le hicieron presidente. No busque falsos culpables, el único responsable es usted», añadía.
Sánchez, de nuevo, ha hecho oídos sordos y ha insistido en anular las críticas. «Dos no se pelean si uno no quiere. Dos tampoco se ponen de acuerdo si uno tampoco quiere. Si usted quiere unidad aquí tiene al Gobierno, si quiere bronca, ahí tiene a la ultraderecha», ha valorado el presidente.
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