La presencia de la Policía Nacional reduce las aglomeraciones en las protestas registradas en la zona de Núñez de Balboa para pedir la dimisión de Sánchez
Decenas de personas se concentraron nuevamente en la tarde noche de ayer, jueves 14 de mayo, en la zona de Núñez de Balboa para exigir la dimisión de Pedro Sánchez, sin embargo, el amplio dispositivo de Policía desplegado evitó las imágenes de aglomeraciones observadas en los últimos días en la calle del distrito de Salamanca. De esta manera, varias patrullas de la Policía Nacional se apostaron en el lugar para impedir que los vecinos invadiesen la calzada.
Mediante megafonía, los uniformados hicieron llamamientos a los viandantes para que no permanecieran parados y mantuvieran la distancia de seguridad. A pesar de ello, la gran afluencia de personas ha derivado en nuevas escenas de masificación de personas en un espacio reducido. Asimismo, la concentración ha tenido su réplica en otros barrios de la capital. En concreto, vecinos de Chamartín, Mirasierra y Montecarmelo -ambos adscritos al distrito de Fuencarral-El Pardo- y Aravaca han secundado las manifestaciones; las cuales no cuentan con autorización por parte de Delegación del Gobierno.
Soflamas para reclamar la dimisión de Pedro Sánchez por su gestión contra la pandemia del coronavirus fueron de nuevo acompañadas por sonoras caceroladas. Igualmente, los presentes repartieron tarjetas con la imagen del presidente del Gobierno. En las mismas se podía leer ‘Confía en tu Gobierno. Encerrados sois libres’. También han acompañado sus gritos de ‘¡Libertad!’ con golpes a las señales de tráfico y contenedores, mientras el himno de España sonaba de fondo.
Defensores y detractores
Los detractores de Sánchez permanecieron en la vía púbica hasta pasadas las 21:30 horas. No obstante, muchos otros vecinos también han manifestado su malestar ante las protestas, principalmente por las aglomeraciones. En concreto, desde la Asociación de Vecinos Osa Mayor de Aravaca han llegado a tachar de «irresponsable» la concentración en la glorieta de Lucrecia Pérez contra el Gobierno central. Según dicho colectivo, se puso en «riesgo a la población más vulnerable» ante la propagación del virus.
Desde la espera política, ha habido varias voces que han apoyado las protestas contra el Gobierno central. Ha sido el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Ésta ha defendido que «atacar directamente a estos vecinos cuando muchos de ellos se van a arruinar a costa de sus políticas es cuanto menos una falta de respeto a todos y una vergüenza». A su parecer, es el Gobierno de España, de PSOE y Podemos, «el que está haciendo más daño que nadie a la economía, y precisamente a todas esas familias que no están ingresando ni un solo euro, actuando tarde y manera negligente».
Por su parte, el primer edil del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, indicó que este tipo de actos «no son responsables» ya que «se están vulnerando las restricciones»; si bien aclaró que las quejas contra el Ejecutivo de Sánchez se sostienen en el derecho a la protesta.
