La madrugada del pasado viernes 13 de julio trajo de cabeza a los servicios de Emergencias de la ciudad. Un accidente de tráfico donde murió una joven de 29 años y un conductor kamikaze, que circuló en sentido contrario por la A-2 durante 24 kilómetros, fue el balance de esta trágica noche de verano en las calles del distrito Salamanca.
Colisión en la calle Goya
El primero de los sucesos tuvo lugar hacia las cuatro de la madrugada cuando un taxi fue embestido por otro vehículo en la intersección de las calles de Goya y Príncipe de Vergara. El fuerte impacto provocó que uno de los usuarios del taxi saliera despedido mientras una joven, de 29 años, permanecía atrapada en su interior por lo que fue necesaria la intervención de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid. La mujer sufrió una parada cardiorrespiratoria y aunque las asistencias del Samur-Proteción Civil intentaron reanimarla no puedieron hacer nada para salvarle la vida. Ingresó cadáver en el Hospital Clínico San Carlos. El resto de implicados en el accidente resultaron ilesos y sólo fue necesario atender al acompañante de la víctima por una crisis de ansiedad.
La Policía Municipal interrogó en el lugar de los hechos a varios conductores testigos del suceso pero, de momento, no se han dado a conocer las causas del impacto. Sin embargo, si consideramos que el tráfico de la zona está regulado por semáfaros, parace lógico afirmar que uno de los vehículos no respetó la señal. También se está investigando si los ocupantes del taxi llevaban puesto el cinturón de seguridad; una medida obligatoria desde el pasado 10 de agosto de 2005 y cuyo incumplimiento está tipificado como “grave”.
24 kilómetros en sentido contrario
Unas horas antes, un kamikaze sembró el pánico en la A-2 mientras condujo en sentido contrario durante 24 kilómetros.
El hombre de 42 años inició la marcha a la altura del municipio de Torrejón de Ardoz y fue detenido en la calle Velázquez por agentes de la Guardia Civil de Tráfico. En esta ocasión no hubo que lamentar nuevos accidentes a pesar de que el kamikaze atravesó zonas tan peligrosas como el túnel de la Avenida de América. Fue determinante para ello que la patrulla circulara en paralelo al conductor alertando al resto de vehículos de la autovía.
El hombre, que durante todo el recorrido hizo caso omiso a las señales de la Guardia Civil, fue sometido al correspondiente control de alcoholemia en el que dio positivo.
