Una vez más, y cada vez con mayor participación ciudadana, se celebró la manifestación de la AVT por la calle de Velázquez de Madrid para protestar por las negociaciones que el gobierno mantiene con el terrorismo etarra. Y una vez más la opinión de la mayoría de los medios de comunicación ha sido de reconocimiento del éxito de la misma y su multitudinaria participación. Sin embargo, quizás porque no todos los medios se alinean detrás de la decencia y la verdad, no han faltado opiniones disonantes como las evacuadas por un político indigno y por una determinada emisora en la que se ha llegado a afirmar el pestilente disparate de que lo que realmente desean los convocantes y participantes de la misma es que ETA retorne a su barbarie criminal. En lo que a mí concierne, después de oír semejante iniquidad, me cuidaré muy mucho de prestar atención a lo que babee dicho político y de sintonizar con dicha emisora o de adquirir el diario de la que es afín tan deforme criatura de la comunicación. En todo caso, y eso es lo que cuenta, todos pudimos comprobar el éxito de la manifestación, la altura y honradez de sus motivos y el convencimiento de que la mayoría no está (no estamos) por la labor, ni de olvidar a las victimas ni de negociar con sus asesinos.
Asesinos que, por lo que sabemos, siguen robando armas, siguen distorsionando y siguen haciendo gala de sus inasumibles pretensiones desde la soberbia de irremediable maldad.