Acaba de publicarse un vídeo que demuestra, más allá de toda duda razonable, el brutal despilfarro personal de Sánchez, gracias a la irresponsabilidad abiertamente criminal del BCE y, en concreto, de su presidenta Christine Lagarde y su vicepresidente Luis de Guindos, entregando dinero sin límite y a interés cero hasta pocos meses a los regímenes mas corruptos de la Eurozona.
Y es que, en el caso de España, han elevado nuestra deuda a 1,6 billones de euros, lo que supone la ruina de las generaciones futuras durante los próximos 70 años.
El vídeo cuantifica el gasto en asesores de los jefes de Gobierno de los principales países europeos, y las cifras son las siguientes: Francia 36, Alemania 39, Italia 11, Suecia 21, Dinamarca 21, Holanda 43 y España, es decir, Pedro Sánchez, 781.
Es decir, el gasto de Sánchez en asesores personales es 20 veces mayor al de Macrón, algo realmente inaudito y que sería motivo de dimisión inmediata en cualquier Estado de Derecho. Sin embargo, esto es solo la punta del iceberg que nos da una idea del tamaño elefantiásico no solo de nuestro Gobierno, sino de nuestro Estado.
Un modelo de Estado único en el mundo, económicamente inviable e intrínsecamente corrupto en el que Adolfo Suárez, este paleto de Ávila, se inventaría 17 reinos de taifas que denominó autonomías, contrarias en su mayoría a la realidad geográfica y política de España, y una partitocracia sin separación de poderes que impide la democracia.
El resultado quedó plasmado en la Constitución más disparatada del mundo civilizado, la única donde son legales los partidos cuyo objetivo es la destrucción de la unidad nacional y, como colorario de locura, se impone un sistema electoral donde los votos de los enemigos de España valen hasta cinco veces más que los del resto de españoles.
Es la única Constitución del mundo donde no existe relación alguna entre los diputados electos y sus votantes, pues éstos dependen exclusivamente del partido que les nombra, y cuando el partido lo exija, votarán sin pestañear en contra de los intereses de sus votantes y de España.
La Constitución ha destruido la unidad administrativa, de mercado, todas las referencias éticas y morales y el sentimiento patriótico. Mi gran y llorado amigo Camilo José Cela, senador entonces, cuando leyó la Constitución, la tiró al selo y exclamó: «si los que han redactado este disparate tuvieran vergüenza y honor, se habrían pegado un tiro».
No obstante, ninguno de estos miserables se pegó un tiro, su objetivo fue el robo y el enriquecimiento ilícito. Las autonomías sirvieron para que la casta política se repartiese España como si fuera un solar; colocaron a dedo a decenas de miles de parientes amigos y correligionarios con sueldos brutales de 40 y 50.000 euros; los concejales de los grandes ayuntamientos se pusieron todos coches oficiales, despachos de lujo y tarjetas oro, algo que no ocurre en ningún país de Occidente.
España tiene hoy mas coches oficiales que EEUU. Carlos Solchaga, ministro de Hacienda con González, sería el gran apóstol del pelotazo. «Quien no se hace rico en España hoy, es porque es tonto». No es de extrañar que, de un crecimiento anual de 7,5% antes de la muerte de Franco, pasáramos al 1% anual en los 40 años siguientes.
En 1975, a la muerte de Franco, España contaba con 700.000 funcionarios y no solo funcionaba, era una de las mejores administraciones públicas de Europa con tres administraciones: local, provincial y central, cada una con competencias exclusivas en determinadas materias.
A día de hoy hay 3,6 millones de empleados públicos, de los cuales 2,2 millones, según cifras dadas por mi antiguo alumno Cristóbal Montoro, han entrado o bien a dedo, o bien con oposiciones a medida, y es una de las peores administraciones públicas del mundo desarrollado.
Nada de extrañar si tenemos en cuenta que el 61% no han entrado por méritos, lo que significa que no tienen preparación alguna para desempeñar el cargo que ocupan, algo inconcebible en el resto del mundo.
Aunque muchos ciudadanos prefieran las mentiras y las falsas ilusiones a la realidad, España bajo el desgobierno de Sánchez se desliza hoy hacia un desastre económico, político y social sin precedentes. Según la OCDE, Sánchez y su banda de terroristas, ladrones y criminales golpistas, han realizado la política económica mas desastrosa de Occidente.
Mayor empobrecimiento de las familias, mayor tasa paro, mayor endeudamiento, mayor esfuerzo fiscal, desigualdad personal y territorial… todo ello se ha traducido en que seis países europeos nos hayan adelantado en PIB per cápita.
Por si fuera poco, en su análisis mas reciente la OCDE afirma que la disparatada política de Sánchez hará que otros 11 países nos adelanten en PIB per cápita, desde Portugal a Grecia, pasando por Rumanía y Hungría, algo que resulta claramente un crimen de Lesa Patria que en un Estado de Derecho se castiga con la cadena perpetua.
Sánchez ha superado todos los récords imaginables. En el empleo público, los enchufados en un 90% se dispararon con Sánchez. En concreto, han crecido desde su llegada al Poder a mediados de 2018 en 417.000 personas, lo que significa una tasa de crecimiento cinco veces superior a la del resto de la Zona Euro.
En cuanto a la deuda pública, 1,17 billones en 2018 ha pasado a 1,6 billones, un incremento de 430.000 millones de euros, la subida mas alta de Occidente. Pero haciendo un cómputo global, la semana pasada y por primera vez, el Ministerio de Hacienda publicó un listado del despilfarro que supone anualmente este Gobierno criminal, y la conclusión es simplemente alucinante y explica con cifras la ruina de España, a quien denominan «el país de las subvenciones».
Bajo el Gobierno de Sánchez, las administraciones públicas despilfarran 100.000 millones de euros anuales repartidos entre 26.881 «organismos», desde entes públicos, partidos políticos, sindicatos y asociaciones hasta chiringuitos de todo tipo.
No hace falta ser economista para darse cuenta de que un país que despilfarra anualmente casi el 10% de su PIB, financiado con el mayor esfuerzo fiscal de Occidente, donde la clase media y trabajadora paga ya mas del 50% de su sueldo a Hacienda tras las 69 subidas o creación de nuevos impuestos de Sánchez frente a solo 3 la media de la UE, va camino de su ruina.
Y como ejemplo final de despilfarro y desprecio absoluto por el pueblo español, el canalla y traidor Sánchez ha utilizado esta Semana Santa para irse cinco días de vacaciones con su familia, tres aviones, cuatro helicópteros y mas de 50 personas de servicio. En cualquier país de Occidente ya le hubieran echado a patadas.
