Desde hace poco más de medio año el mundo se enfrenta a una situación sin precedentes y con unos efectos devastadores para la salud y para la economía (cito ambas ya que el binomio se antoja indisoluble: una no puede existir sin la otra).
El Covid-19 ha vuelto del revés todos los escenarios imaginables: internacionales y nacionales, profesionales, interpersonales e incluso… los que más duelen, los personales.
Ante el impacto de semejante golpe, las Administraciones Públicas deben obrar como garantes del bienestar de los ciudadanos y paliar sus efectos estragantes.
Para ello, han de actuar con agilidad y creatividad y perseguir una bajada de la presión fiscal sobre los mismos. Es, sencillamente, lo que los ciudadanos necesitan.
Debemos luchar por conservar el mayor número de empleos posible. No podemos permitir que mueran más empresas y debemos favorecer que nazcan otras nuevas, potenciando los puntos fuertes de nuestro hoy maltrecho sistema económico.
Motivo por el cual, para 2021, el equipo de Gobierno se compromete con los madrileños a continuar con su política general de reducción de impuestos, y a seguir plantando cara a las consecuencias del coronavirus mediante la adopción de soluciones innovadoras y concretas, que no dejarán orilladas cuestiones tan sensibles como las formas sostenibles de generación de energía y movilidad.
El Ayuntamiento de Madrid ha hecho los deberes, ha hecho “lo que tenía que hacer”.
Ha presentado un anteproyecto de presupuestos con una más que notoria bajada de impuestos cifrada en 107 millones de euros.
Esta rebaja comporta importantes medidas como las bonificaciones en el impuesto de bienes inmuebles, y en el impuesto de actividades económicas en auxilio de la hostelería, el comercio, espectáculos y actividades culturales, llegando incluso a la exención del pago de la tasa por ocupación del espacio público para favorecer a terrazas, mercadillos, puestos de flores y helados, apuesta por la reducción de la tasa de basuras en un 25% o por la ampliación de beneficios para familias en la plusvalía.
Estas y otras medidas permitirán que los madrileños puedan disponer de liquidez para afrontar un 2021 y sus grandes retos y a esta administración, la primera que atiende las necesidades de los vecinos, ofrecer unos servicios públicos de calidad.
Todas las arterias económicas y culturales de Madrid, han visto cómo su torrente se paralizaba tras la declaración del Estado de Alarma del 14 de marzo de 2020.
Ese día, parte del corazón de nuestra ciudad dejó de latir… Las medidas económicas adoptadas por el Ayuntamiento de Madrid van encaminadas a que poco a poco recuperemos pulso, latido y aliento.
Deseo que todas las administraciones miren a Madrid, tomen ejemplo y obren en consecuencia.
Silvia Saavedra
