La ayuda domiciliaria ha sufrido un reajuste en el distrito, en el mes de enero. Así lo aseguraba la concejala Elena Sánchez Gallar, en el pasado Pleno de la Junta Municipal. A los usuarios de este servicio se les ha recortado el tiempo en una media de 37 minutos a la semana, para que así pueda haber más gente que disfrute de este tipo de asistencia, dijo Sánchez Gallar.
Por su parte, el Grupo Municipal Socialista no está de acuerdo con este recorte de tiempo ya que, si antes consideraban insuficientes las dos horas a la semana -repartidas en un día- que se ofrecían a las personas mayores, “ahora con tan sólo una hora y media no da tiempo ni a fregar una cocina entera”, ha asegurado a EL DISTRITO Manoli. Se trata de la madre de una de las receptoras de la ayuda domiciliaria que está operada de aneurisma de aorta y que, con más de 80 años, le han reducido desde mediados de octubre el servicio media hora. Consideran que, en vez de bajar el tiempo, lo que necesitarían estas personas de la tercera edad delicadas de salud es que fuera al contrario. Además, Manoli ha asegurado que “no se ha recortado el horario a todos los que disfrutan de este servicio”.No obstante, se conforman con que “les devuelvan esa media hora que les han quitado”, ha declarado Teresa de Jesús, vocal del PSOE de Hortaleza.
Este recorte de horario ha permitido que, en el mes de enero, el servicio a domicilio operado por la empresa EULEN lo hayan disfrutado en 1.780 domicilios y un total de 2.297 personas mayores del distrito. No obstante, los usuarios han manifestado sus quejas a la Junta Municipal, que ha manifestado que este reajuste lo ha llevado a cabo el Ayuntamiento “debido a la crisis y a que tienen menos dinero”, ha asegurado a este periódico Ramón Silva, concejal del PSOE del distrito.
No obstante, la concejala mostró buena disposición para intentar devolver las horas, que tenían antes del reajuste de horario, a las personas más necesitadas y que menos puedan valerse por sí mismas. Afirmó a su vez, que la cobertura de ayuda domiciliaria había aumentado en los últimos años un 150%.
Por otro lado, otra de las quejas que los usuarios tienen sobre este servicio es que “las personas que acuden al domicilio cambian constantemente, lo que crea un problema de confianza en las personas mayores y les desorienta porque tienen que explicar las cosas varias veces”, concluye Silva.
