Justo Uslé Álvarez nos recibe en su estudio de arquitectura de la calle Narváez. Doctor en arquitectura y experto en urbanismo, su proyecto fue uno de los finalistas del concurso para la reforma del Eje Prado-Recoletos. Tiene pues competencia sobrada para opinar sobre la polémica nacida en torno a la reforma, pero él rehúye cualquier oportunismo.
Se presenta usted como vecino y defensor de Retiro.
Yo vivo y trabajo en Retiro y quiero a este distrito. Es un sitio rico y apetecible de vivir, calmado, sin mucho tráfico todavía, estable, con media de edad alta, buena renta, más o menos cuidado. Y que tiene, claro, El Retiro, y tener un distrito organizado alrededor de este Jardín -como ocurre en los Campos Elíseos, Hyde Park o Central Garden- es un privilegio que hay que mimar. Y el impacto que va a tener la reforma tal como está planteada es demoledor.
¿En dónde reside pues el verdadero problema, a su juicio?
Está claro: el Prado y el Thyssen se quitan los coches y éstos vienen al Retiro; ése es el problema: el tráfico, y no los árboles. Hay también daño al arbolado, pero es lo de menos, en el fondo. El tráfico es un fluido que corre por una tubería; si cortas la tubería, saldrá por otra tubería. Y la Castellana es por donde fluye el tráfico central de Madrid y no se puede interrumpir. El tráfico lo puedes llevar por la derecha, por la izquierda o el centro. Por la izquierda está el Museo del Prado, y sería un disparate; por la derecha está el Thyssen, que la baronesa defiende con uñas y dientes, y hace muy bien, porque el proyecto ganador le duplica el tráfico; la otra solución es llevarlo al centro, que es la que todos los concursantes menos Siza eligieron, porque además es lo que pedían las bases.
¿Qué repercusiones tendrá el proyecto de Álvaro Siza?
Ellos plantean una reducción del 60% de tráfico. Según mis estimaciones, en todo caso habrá 60 ó 70.000 coches diarios que irían a la Plaza de la Independencia , y de allí a Alfonso XII, lo cual es un puro disparate, tratándose de una vía-parque pensada como acceso al Retiro. Hay que dejarla como está.
Pero Siza y Gallardón afirman que hubo un tiempo para las alegaciones y que el proyecto fue finalmente aprobado unánimemente por un jurado plural…
A mí lo que me maravilla es que hubiera unanimidad y que nadie se estudiara el proyecto. Porque era entonces cuando había que tratar el asunto de los árboles y del tráfico. ¿Qué hicieron entonces los ponentes técnicos? Debieron decir: “Oiga, que esto que quieren ustedes es muy bonito, pero no se puede hacer…” Además, eso de la información pública no sirve para nada. En esto hay un déficit democrático serio: se limitan a informar, no hay debate, no hay polémica ni posibilidad alguna de colaborar con la Administración.
Pero el alcalde dice que se presentaron 600 alegaciones…
No estimaron ninguna. Vale mucho más un buen contacto. Y la baronesa tiene que tenerlo, supongo que quedaría con Gallardón a comer. Y así se pondrán de acuerdo. Las estimaciones de la gente no comportan obligación ninguna. Así que la información pública es algo que se pueden ahorrar perfectamente.
Parece que es lo que se trata de hacer ahora…
Claro. La polémica la ha desatado la baronesa con lo de los árboles, cuando en realidad ella sabe que el problema es el tráfico. Estarán tratando de convencer a los autores del plan de que lo modifiquen. Que acepten las modificaciones es una incógnita: Álvaro Siza es una figura conocida mundialmente, no le es vital este trabajo; de hecho, puede obtener más publicidad mediática negándose a aceptar las modificaciones. Sería una solución perfecta, pero Siza parece tener un espíritu combativo, igual sigue adelante.
Hernández de León, mano derecha de Siza, ha dicho estar cansado de “pelear con fantasmas”…
Me parece razonable. Ellos han ganado un premio. Lo único que veo irracional es que el jurado no se haya estudiado el proyecto.
Al fin parece que Gallardón lo ha entendido y por eso ha cedido…
Se ha dado cuenta de que hay problemas de fondo gordos, y que la opinión pública y muchos arquitectos han discrepado. No es tan difícil encontrar un buen arquitecto que diseñe un mobiliario urbano mejor, que arregle las baldosas, las fuentes y repare el arbolado… Quedaría un Paseo del Prado magnífico, y todos contentos. Incluso he hablado con arquitectos municipales y piensan todos lo mismo. Pero creo que quieren que salga el proyecto de Siza, y así el alcalde queda bien diciendo que solventa el problema por consenso, y la baronesa diciendo que ya no se van a cortar los árboles y le van a quitar los carriles. Ahora, quien no está en la mesa paga el pato: Retiro. La calle Alfonso XII será la víctima del Paseo del Prado. Y el Parque del Retiro y Cibeles.
