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Se someterá a referéndum, en el que podrán votar sólo aquellos que residan o hayan nacido en el Barrio, la independencia del Barrio de Santa Cruz que dejará de pertenecen a la ciudad de Sevilla a la Comunidad Autónoma de Andalucía y al Reino de España y la creación de un Virreinato del Barrio cuyos habitantes se denominarán Santacrucenses.
Seguramente el estado español considerará ilegal y anticonstitucional el referéndum y desencadenará sobre los que deseen ejercer su derecho a decidir todas sus fuerzas represivas. Por ello se fletarán autobuses para que puedan acudir al barrio de Santa Cruz los hermanos catalanes de la CUP, vascos de Bildu y gallegos del BNGA, así como cuántos simpatizantes podemitas quieran ayudar a los Santacrucenses en su lucha por la independencia.
Todos los bares del barrio estarán obligados a servirles jamón y cerveza, así como otras tapas típicas gratuitamente; y de no hacerlo, una vez conseguida la independencia, se les privará de su licencia de apertura. Al mismo tiempo se ruega que los ciudadanos ofrezcan cajas vacías de refrescos y paragüeros para que los compañeros puedan dejar sus botellas molotov y bastones mientras se alimentan y saborean las especialidades enogastronómicas del barrio.
En el supuesto de que se intente impedir el derecho a decidir se podrá organizar así una extraordinaria lucha callejera o kale borroka o «mambo», como lo denominan ahora los antisistema vocacionales. Todo en defensa de la libertad y tenemos la certeza de que los comerciantes y los residentes comprenderán las razones de la lucha y sufrirán sin quejarse eventuales destrozos en sus tiendas o viviendas.
Si ganase el Sí se proclamará la independencia y se nombrará una Asamblea Constituyente formada por juristas residentes en el Barrio de Santa Cruz para redactar la Constitución del Virreinato. La Asamblea Constituyente se ocupará de designar y nombrar los órganos de gobierno del Virreinato sobre la base meramente teórica de la organización administrativa del Principado de Mónaco
Se sugiere que el Virreinato acepte una subordinación simbólica al Rey de España que podrá seguir alojado en el Real Alcázar con su familia cuando se encuentre en el territorio del Virreinato.También se admitirá que el Arzobispo extienda al Virreinato la circunscripción territorial de la Archidiócesis y siga habitando y utilizando para su ministerio el Palacio Arzobispal.
Se estudiará la oportunidad de solicitar la adhesión del Virreinato a la Unión Europea de la que como estado indepenfiente se vería automáticamente expulsado y de evitar el veto de España aceptando la presencia en el territorio del Virreinato de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas españolas quedando el orden público interno exclusivamente a cargo de la Guardia del Virreinato.
Lógicamente como todos los extranjeros que se benefician de la asistencia sanitaria andaluza, también el Virreinato llegaría a un acuerdo para seguir disfrutando de los servicios sanitarios de la Junta de Andalucía, garantizando en ese ámbito los derechos de los Santacrucences.
Se construirá una reja en el perimetro del Barrio cuyo coste estarà a cargo del Ayuntamiento de Sevilla y de la Junta de Andalucía, si desean que se siga consintiendo el acceso al territorio del Virreinato de las personas procedentes de Sevilla y de otras localidades.
En cuatro esquinas de la reja se construirán grandes cancelas de acceso, siempre a cargo del Ayuntamiento y/o de la Junta. Al lado de las cancelas que estarán vigiladas por la Guardia del Virreinato en uniforme de gala (muy parecido al de la Guardia Suiza del Vaticano con variantes en los colores y el casco), se colocarán cuatro taquillas donde se abonarán los tiquets de acceso al Barrio por precio inicial de 30€.
A través de esa frontera podrán acceder al territorio independiente del Virreinato los millones de turistas que visitan cada año el Barrio de Santa Cruz. Con esos fondos que quedarán en el patrimonio del Virreinato sin compartirlo con la ciudad de Sevilla, ni desde luego con Andalucía; ni con España se cubrirán los gastos de mantenimiento y parte de los servicios.
Se organizará un cuerpo diplomático y se mantendrán buenas relaciones con todos los países del mundo y con España así como con la comunidad autónoma de Andalucía.
En el supuesto de que el Valle de Arán en Cataluña o el Barrio Gótico de Barcelona o el Barrio de Triana en Sevilla alcancen a su vez la independencia, por afinidad, se establecerán cauces permanentes de colaboración con esas localidades para alcanzar un futuro hermanamiento.
Quedan por resolver los problemas relativos a enseñanza, obras públicas, tráfico, seguridad ciudadana, y un sinfín de otras tareas y problemáticas que actualmente resuelven las instituciones locales pero eso será objeto estudio por los ministerios del gobierno independiente y de futuros acuerdos siempre beneficio exclusiva mente de los Santacrucenses.
El idioma oficial del Virreinato por sus raíces históricas será una mezcla ordenada y estructurada entre el castellano y el andaluz que se adaptará al lenguaje popular actualmente en uso entre los Santacrucences.
El Himno Nacional del Virreinato llevará la música y la letra adaptada de una antigua canción que habla del barrio de Santa Cruz: «Ay barrio de Santa Cruz ay plaza de Doña Elvira ya la tristeza pasó la independencia ha vencido y todos los sinsabores en el aire se han perdido».
Se espera que esta convocatoria lleve a las conclusiones y razonamientos que por analogía pueden aplicarse a otros territorios de España>>.