La última medida tomada por el Ayuntamiento de la ciudad en torno a la polémica de los parquímetros, en este distrito, ha vuelto a lanzar a los vecinos a la calle. El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón ha dado el visto bueno a las empresas concesionarias encargadas del SER, para blindar estos aparatos, que desde hace unos meses están sufriendo numerosos destrozos. Al parecer, los ataques e incendios hacia los parquímetros es continuo, por lo que estas empresas controladoras de los mismos se han visto obligadas a tomar dicha medida, con el consentimiento del edil madrileño. El blindaje consiste en una chapa de unos 5 milímetros de espesor que recubre todo el parquímetro sujeto a su espalda por una barra de hierro; una protección que se coloca cada noche y se retira por la mañana para poder hacer uso de los aparatos con normalidad. Esta iniciativa, que pretende acabar con el vandalismo hacia estas instalaciones en el casco antiguo de Hortaleza, es precisamente lo que ha enfadado a los vecinos. Estos alegan que el alcalde no está cumpliendo con los compromisos que en su día adquirió con ellos, y que se limita a proteger el mobiliario público. Esto último no sería problema si además se tuvieran en cuenta otras deficiencias mucho más urgentes en el barrio. “Es evidente que el alcalde pretende proteger las arcas municipales, y por ello pone todo su empeño en mantener un servicio que en este distrito se ha demostrado inútil” asegura la Plataforma de vecinos de Hortaleza.
