Si es cierto que los gatos tienen siete vidas, a Seba, un minino blanco y gris, sólo le quedan 6. Su dueña, Luisa Perezagua, viuda de 85 años, salió a comprar el pasado 5 de diciembre y al regresar encontró su domicilio de la calle Ponzano devastado por las llamas. Al parecer, el incendio comenzó en el salón, donde la anciana había dejado encendido un brasero eléctrico. Varias dotaciones de bomberos y efectivos del Samur se desplazaron hasta el lugar del suceso ante la posibilidad de que en el piso pudiera hallarse una persona. Pero el único ser vivo atrapado entre los escombros era Seba, la mascota de Luisa. Asustado e intoxicado por una fuerte inhalación de humo, el gato permanecía inmóvil por lo que tras ser rescatado, el Samur tuvo que limpiarlo y administrarle suero. “La dueña del gato estaba muy nerviosa y reanimar al animal ha servido para hacerle sonreír”, señalaron desde Emergencias Madrid.
Tras el incendio, Luisa se ha trasladado a casa de uno de sus hijos. En la mudanza le acompañará Seba.