Por Santiago Saura
Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, pero este de 2021 ha sido más atípico que nunca, debido al contexto de pandemia que aún vivimos, de la que ha derivado una crisis económica y social que está impactando en mayor medida a las mujeres.
En primer lugar, porque la COVID-19 ha supuesto una sobrecarga del trabajo sanitario y de servicios esenciales; las mujeres representan el 70% del personal sanitario.
Por otro lado, cabe resaltar que son ellas que aglutinan en mayor medida las tareas de cuidado, continúan realizando la mayor parte del trabajo doméstico y cuidado de personas dependientes, remunerado y no remunerado, y en ocasiones con escaso o nulo reconocimiento.
Además, hay que resaltar que las familias monoparentales, que están encabezadas mayoritariamente por mujeres, se han visto especialmente afectadas por un descenso de sus ingresos desde el inicio de la pandemia.
No podemos olvidar tampoco que la violencia de género sigue siendo una triste realidad. En concreto, en la Comunidad de Madrid se han producido, en lo que llevamos de 2021, tres asesinatos por violencia machista, el último el pasado 2 de marzo en Torrejón de Ardoz.
Sin embargo, y sin olvidar todo el contexto que vivimos, siendo conscientes que debemos seguir trabajando desde las instituciones por la igualdad real, es mi deseo que este 8 de marzo también sea una fecha para la esperanza.
Toda la ciudad de Madrid y, muy especialmente las mujeres, se han volcado en ayudar para superar todos los momentos tan complicados vividos durante el último año.
Nuestro recuerdo para las mujeres sanitarias que han estado en primera línea del COVID, desde los difíciles momentos iniciales de la pandemia.
Mención especial a todas las trabajadoras del sector sociosanitario: cuidadoras, servicio a domicilio y sobre todo a las auxiliares de geriatría en residencias de mayores, que han sufrido un año dramático y siempre se han mantenido con total compromiso en el desempeño de sus funciones.
Me gustaría recordar, además, a todas aquellas mujeres que trabajan en servicios esenciales, cuya labor indispensable hizo posible que los servicios básicos continuaran funcionando en los meses de confinamiento total. O el encomiable esfuerzo de las trabajadoras de los Servicios Sociales que han estado desde el primer día al pie del cañón ante el enorme reto de una crisis social grave e inesperada.
Y, por supuesto, tampoco podemos olvidar la ingente labor de voluntariado que han realizado vecinas, colectivos y asociaciones que han luchado contra la soledad, así como otras que han colaborado con acciones solidarias y de apoyo vecinal.
Por todo esto, desde Junta Municipal de Retiro, hemos querido rendirlas homenaje con la exposición “Mujeres de Retiro frente a la COVID-19, otra mirada contra la crisis”, que ya se puede visitar hasta el 31 de marzo en la sala Maruja Mallo del Centro Sociocultural Clara Campoamor (Plaza Daoiz y Velarde, 2), con un total de 32 fotografías que reflejan la mirada personal de cada una de estas profesionales, vecinas y voluntarias ante la pandemia.
No están todas las que son pero sirva, igualmente para vosotras, para todas las mujeres del distrito, este sincero homenaje.