Las más grandes preocupaciones de Pedro Sánchez y principalmente de Salvador Illa han sido corroboradas. Ha sido Carles Puigdemont en persona quien ha dictado instrucciones para que el mensaje se transmitiera claramente al Presidente del Gobierno con el fin de evitar cualquier malentendido.
Sánchez es consciente por experiencia propia de que Puigdemont lleva a cabo sus advertencias, y esta ha sido una amenaza que no puede ser más específica y directa: tiene la intención de convertirse en Presidente de la Generalitat, sin importar el resultado que obtenga en las elecciones.
Si es necesario que Salvador Illa le otorgue su respaldo para ser investido, deberá hacerlo, ya que de lo contrario, le resultará «imposible» apoyarle en Madrid. Dicho de manera más sencilla: si el prófugo de Waterloo no llega al Palau de Sant Jaume, Sánchez abandonará el Palacio de la Moncloa.
En primer lugar, los votos de los siete diputados de Junts liderados por la combativa Miriam Nogueras serían perdidos por el Presidente del Gobierno, lo que llevaría a una mayor paralización de la legislatura ,y Sánchez, que ya tiene poca capacidad de legislar, se quedaría sin ninguno.
Ésta situación ya la ha advertido Feijóo, al denunciar que el Gobierno ha dejado de ser ‘Frankenstein’ para convertirse en un «zombi». No obstante, la advertencia no especifica si sus siete diputados respaldarían una posible moción de censura de Feijóo en caso de que en algún momento durante lo que quede de legislatura el líder del PP decidiera tomar esta medida.
En estos momentos, lo que preocupa al líder de la oposición es obtener los mejores resultados en las elecciones vascas, catalanas y europeas, a las que Sánchez se enfrenta agitado por el ‘Caso Koldo’ y la Ley de Amnistía.
Al alimentar la idea de que la legislatura tiene fecha de expiración, Feijóo está aprovechando éstos escándalos que sobrevuelan La Moncloa, y el ultimátum de Puigdemont viene a confirmar su afirmación, a pesar de la insistencia de Sánchez en el Pleno del Congreso de que agotará la legislatura.
Durante esa misma sesión, Feijóo, utilizando un juego de palabras, después del contrato del famoso presentador David Broncano por 14 millones de euros de financiamiento público al año en TVE, de manera irónica le ha contestado que subsiste «con dificultad».
«Con dificultades» y gracias a un Puigdemont que, con este ultimátum, consigue dos objetivos: llevar las elecciones a su ámbito -como ha estado haciendo desde que Pere Aragonès convocó las elecciones-, y neutralizar tanto a ERC como al PSC de Salvador Illa.
Con el fin de no generar incertidumbre respecto a sus objetivos, el fugitivo ha respaldado su amenaza en privado con una advertencia pública dirigida a la misma persona: Pedro Sánchez. Puigdemont ha afirmado que si no se convierte en presidente, abandonará la actividad política: «no me visualizo como líder de la oposición».
En otras palabras, está dispuesto a firmar su propio destino.
Illa, ¿el gran sacrificado?
El dilema para Pedro Sánchez sería decidir entre Salvador Illa o Puigdemont para ocupar la Presidencia de la Generalitat. Además, su estrategia de presentar la amnistía como un avance en la reconciliación o de pactar un tripartito con ERC, se desmoronaría fácilmente.
A pesar de la fama de resistente y la habilidad para sobrevivir que le caracterizan, las encuestas señalan que en el presente momento Sánchez está experimentando un importante desgaste. En este sentido, Feijóo le superaría por más de cinco puntos, lo cual podría dificultar su capacidad para convocar elecciones generales en caso de que quisiera resistirse a destituir a Salvador llla.
Un Illa que ya experimenta en su propia carne la propagación de las cesiones de Sánchez a Puigdemont, especialmente la indulgencia que se convertirá en un motivo de campaña, y que genera rechazo en una parte significativa del electorado del PSC, el cual el líder del Partido Popular pretende aprovechar en la campaña.
En realidad, las encuestas internas que controlan los partidos en Cataluña ya están detectando un considerable desgaste de Salvador Illa, y hay personas que incluso cuestionan que pueda ganar las elecciones… y mucho menos con holgura. La trama Koldo también lo involucra, y deberá comparecer ante la Comisión del Senado que lo investiga.
Al mismo tiempo, Sánchez cada vez dedica más tiempo a viajar por el mundo. Entre otras cosas, porque en España cada vez que camina por la calle, es abucheado.
