Las últimas palabras de la cuidadora Belén Cortes, asesinada en un piso tutelado en Bajadoz las hemos conocido a través de un mensaje que envío a uno de los padres implicados en el crimen:  «Buenas noches, me encuentro un poco ansiosa. Voy a organizar el turno y luego te relato». Poco antes de las nueve de la noche, Belén envió este mensaje, dirigido específicamente al padre del menor de 14 años. Más tarde, alrededor de las diez y media, agentes de la Policía hallarían su cuerpo con indicios de haber sido golpeada de manera brutal y asfixiada.

De acuerdo con las comunicaciones que han sido divulgadas, las cuales han sido recibidas por el periódico El País, esa noche Belén se sentía inquieta por la posibilidad de que los menores escaparan. Justamente, ambos habían regresado al hogar tras haber realizado una fuga la semana anterior. «Está algo rebelde, con la intención de marcharse con el otro», volvió a alertar Belén al padre del menor, poco antes de las diez de la noche. Solamente diez minutos antes, había informado lo mismo a su pareja: «Están intentando escaparse». A las 22:04 se registra su última comunicación con el padre de uno de los menores: «He logrado que se acueste, a ver si el jarabe le hace efecto». Su respuesta fue: «Estoy muy nervioso. Hablaré con la Junta mañana». «¿Mañana va al colegio?», persistía en preguntar. Nunca obtendría respuesta Belén Cortés.

En el piso superior fue localizada la cuidadora, en un cuarto que era el lugar donde normalmente realizaba su labor, una especie de oficina. La policía desconoce cómo comenzó la discusión, sin embargo, sufrió un ataque y le fueron sustraídos varios objetos, entre ellos las llaves tanto de su vivienda como de su automóvil, con el que se dieron a la fuga. El departamento, que contaba con ventanas pero estaban aseguradas con rejas, estaba cerrado con llave. Al entrar, Belén realizó esta acción. Por ende, la única manera de salir era a través de la puerta. Es por ello que, los investigadores presumen que el anhelo de huir fue el motivo principal del crimen. Luego de presuntamente asesinar a la educadora, los dos menores de 14 y 15 años, junto a una joven de 17 años que no estuvo involucrada en el homicidio, tomaron el coche, un Renault Mégane gris, y se marcharon conduciendo hacia Mérida.

La familia solicitó que los separasen

Los presuntos culpables de Belén habían accedido a la vivienda, un dúplex de dos niveles en la Urbanización Guadiana, en diferentes momentos, de acuerdo con El Correo. A la institución de reforma llegó el mayor, de 15 años, una semana antes de su escape. En cambio, el más joven, de 14 años, ingresó a mediados de enero. Precisamente, la familia de este último solicitó que los separaran. Fue el padre, con quien Belén mantuvo intercambios de mensajes, quien horas antes envió un correo electrónico a la empresa administradora del apartamento para que separaran a los dos chicos, debido a su preocupación por la «integridad física» de su hijo.

En un correo, el padre compartió los acontecimientos que vivió su hijo durante la huida que ambos jóvenes realizaron días antes del homicidio, lo cual lo llevó a presentar una denuncia ante la Guardia Civil en ese momento. Recuerda que en la declaración de su hijo frente a los agentes, este afirmó que su compañero de vivienda de 15 años y su madre «le incitaron y manipularon» para «consumir diversas sustancias». «Incluso su madre llegó a proporcionar recursos económicos para su compra o a incitarlo a delinquir para conseguirlas, habiendo consumido las mismas junto a ellos», expresa el padre en el correo electrónico. Si la noticia de la denuncia llegó a conocimiento de los involucrados, podría haber sido otra razón que impulsó la fuga.

Un delito extremadamente agresivo

Aunque los investigadores consideran que la necesidad de escapar es el motivo principal, la brutalidad con la que se cometió el delito no parece estar alineada con una motivación de ese tipo. La trabajadora social sufrió múltiples contusiones. Existen indicios de que consiguió incorporarse en varias oportunidades, pero terminó cayendo nuevamente. También fue estrangulada con un cinturón. Un asesinato atroz para lograr fugarse, según lo señala la investigación.

La Fiscalía estaría ahora analizando el papel que tuvo cada uno de ellos en la  muerte de Belén Cortés, «puesto que eso afecta a sus posibles responsabilidades penales», ha explicado el fiscal Superior de Extremadura, Francisco Javier Montero. Tanto la joven de 17 años como el otro menor de 14 han negado haber participado en el asesinato. Ambos menores, junto al tercero, han declarado en la Fiscalía de Menores de Badajoz. En la fase de instrucción en la que está el caso también será muy importante las declaraciones que realice el  cuarto menor que vivía en la misma casa.Huyó al ver lo que habían hecho sus compañeros y dio la alerta a otros compañeros Avisaron entonces a la policía, que encontraría a Belén muerta pocos minutos después.