El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de 490 paginas que produjo ayer un terremoto en las filas del partido socialista y donde acusa a Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, de gestionar comisiones ilegales ligadas a contratos públicos, provocó que el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, saliese en una rueda de prensa para confirmar que había exigido a Cerdán su dimisión inmediata.
El documento, presentado ante el magistrado Leopoldo Puente, que investiga al exministro José Luis Ábalos por presunta corrupción, detalla que Cerdán actuaba como “gestor” de los pagos ilícitos procedentes de empresas adjudicatarias de contratos públicos, especialmente durante la pandemia. El informe sostiene que estas operaciones habrían sido conocidas por la cúpula del PSOE, lo que explicaría, según la UCO, la decisión del presidente del Gobierno de apartar a Ábalos en 2021 no fue casual.
En ese momento Sánchez le llamó a su despacho a Ábalos, que había sido un hombre de total confianza. A pesar de ello y sin precisar los motivos de su cese, prescindió de él como secretario de organización y le sustituyó al frente del ministerio de Transportes, ante la sorpresa de todos.
La clave del informe son varias grabaciones realizadas por el propio Koldo García, mano derecha de Ábalos, en las que Santos Cerdán negocia el destino de más de medio millón de euros en “mordidas”. En uno de los audios, se escucha al dirigente socialista decir: “Son 550.000 y de ahí descontamos”, en referencia al supuesto reparto de fondos ilegales provenientes de adjudicaciones públicas.
Estas conversaciones, según los agentes, reflejan un reparto estructurado de comisiones, con Cerdán como figura operativa clave, lo que sitúa al actual número tres del PSOE como una pieza esencial dentro de lo que consideran una red de corrupción institucionalizada.
El informe lo expresa de la siguiente forma: «Habría sido el hecho de que Koldo (García) y (José Luis) Ábalos hubieran podido percibir ingresos por ayudar a otras empresas a espaldas del partido, lo que, presumiblemente, habría originado su cese en verano de 2021.
Sánchez nunca explicó los motivos del cese de Ábalos
Las razones de la destitución siempre habían quedado en la sombra, ya que ni el presidente ni el exministro nunca ha reconocido los motivos reales de la destitución de Ábalos. La cuestión es saber desde hace cuanto tiempo sabía el inquilino de la Moncloa de las operaciones del exministro.
Porque el informe de la UCO desliza que Pedro Sánchez podría tener conocimiento, de los detalles de la corrupción que se cernía sobre José Luis Ábalos, en particular, y sobre el PSOE, en general: el supuesto cobro de mordidas, con Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán en la sala de máquinas, ya operaba a pleno rendimiento.
En una reunión entre Santos Cerdán y Koldo García meses después de la destitución de Ábalos, a juicio de Koldo García,, la decisión fue fruto de la «cabezonería» de Pedro Sánchez, ante sus sospechas de que Ábalos podría haber cometido irregularidades.
Aunque el presidente del Gobierno no figura como investigado, la UCO sostiene en su informe que su decisión de cortar la relación política con Ábalos no fue casual, sino una estrategia para alejarse de un caso de corrupción del que ya tenía constancia. El informe apunta a un conocimiento previo del presidente sobre los hechos investigados, sin que hasta la fecha haya habido respuesta oficial desde La Moncloa a esa acusación velada.