En plena escalada militar entre Israel e Irán, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha elevado la presión internacional exigiendo la “rendición incondicional” del régimen de Teherán. En una serie de mensajes publicados en su red Truth Social, Trump ha afirmado además que los servicios de inteligencia estadounidenses «saben perfectamente dónde se esconde el líder supremo Alí Jamenei», aunque ha matizado que, «por ahora», no será eliminado.
El mensaje de Trump llega tras cinco días consecutivos de intercambio de bombardeos entre Irán e Israel, en lo que ya se considera la mayor confrontación directa entre ambos países en las últimas décadas. A su vez Israel ha eliminado varios generales y miembros del ejército iraní claves en la estructura militar.
En su tono habitual, Trump lanzó un mensaje directo a las autoridades iraníes:“¡Rendición incondicional o habrá consecuencias! Sabemos dónde está Jamenei. No lo eliminaremos por ahora, pero no nos reten”.
Asimismo, pidió a la población civil de Teherán que abandone la ciudad “inmediatamente” para evitar víctimas colaterales en un posible ataque aéreo estadounidense, replicando los métodos de advertencia utilizados por Israel en Gaza.
Segun informes de inteligencia estadounidenses han revelado que Irán no buscaba activamente un arma nuclear y que habría tardado hasta tres años en fabricarla, según informa CNN. Estas revelaciones, contrastan marcadamente con la narrativa israelí de que Irán se acercaba rápidamente a poder disponer de armas nucleares de manera inmediata.
Trump rechaza cualquier alto el fuego
Durante su intervención desde la Casa Blanca, tras cancelar su asistencia al G-7 en Canadá, Trump dejó claro que su Administración no está interesada en una tregua temporal: “No queremos un alto el fuego. Queremos una finalización real de este problema. Irán debe abandonar completamente su programa nuclear, sin condiciones”.
Estas declaraciones contrastan con los llamamientos a la contención realizados por la Unión Europea, Naciones Unidas y varios aliados de la OTAN.
La advertencia de ataque directo contra Jamenei podría implicar una violación del artículo 51 del Protocolo I de los Convenios de Ginebra, que protege a los líderes políticos como personas civiles, salvo que participen directamente en hostilidades. La amenaza sin fundamento jurídico podría ser considerada un acto ilegal bajo el Derecho Internacional Penal.
Trump no ha solicitado al Congreso una autorización formal para el uso de la fuerza, lo que reabre el debate constitucional en EE. UU. sobre el cumplimiento de la War Powers Resolution de 1973. Algunos senadores ya han advertido que cualquier acción militar contra objetivos iraníes sin respaldo legislativo podría derivar en consecuencias legales internas.
En las ultimas horas se han producido más de 200 muertos en Irán según medios locales, tras bombardeos israelíes sobre objetivos estratégicos, incluidos Natanz y bases de misiles en Kermán y Yazd. Se estima que más de 600 civiles, entre ellos ciudadanos europeos y latinoamericanos, han cruzado hacia Azerbaiyán.
El ejército israelí afirmó que sus fuerzas atacaron el martes varios puntos del oeste de Irán , alcanzando decenas de lanzamisiles, mientras que Teherán afirmaba haber atacado una base del Mosad en Tel Aviv.
Refuerzo militar de EE. UU. en el Golfo Pérsico:
El Pentágono ha desplazado el portaaviones USS Eisenhower y varios escuadrones de ataque a la región, en una maniobra de disuasión inmediata.
Mientras sectores republicanos respaldan la firmeza del presidente, senadores como Bernie Sanders y Tim Kaine han acusado a Trump de actuar “fuera de los márgenes legales” y de poner en peligro el equilibrio institucional y la vida de civiles con “retórica de guerra sin estrategia”.
La Constitución de Estados Unidos es muy clara. No hay ambigüedad. Es el Congreso quien decide si vamos a la guerra, no el presidente”, escribió Sanders en redes sociales.
La declaración del Vermont Independent llega apenas un día después de que el senador demócrata Tim Kaine presentara una resolución de poderes de guerra que prohibiría a las fuerzas armadas estadounidenses tomar acciones directas contra Irán sin autorización explícita del Congreso o una declaración de guerra.
Trump ha dado un ultimátum a Irán con su exigencia de rendición incondicional, su rechazo total a la vía diplomática y su amenaza directa al líder supremo iraní. El conflicto ya trasciende lo regional y podría tener implicaciones jurídicas, militares y humanitarias de gran escala si no se produce una desescalada inmediata.