Cerrado a cal y canto desde las 9.30 de la mañana. Así estuvo el Instituto Ramiro de Maeztu durante la mañana del día 22 de diciembre. Una jornada en la que era tradicional el enfrentamiento entre sus alumnos y los del Colegio Maravillas. Dos centros escolares separados sólo por la Plaza de la República Argentina.
Lo que venía siendo una divertida “huevada” para despedir las clases se convirtió, el año pasado, en una verdadera batalla campal con va-rios jóvenes detenidos e identificados, así como con un alumno del Ramiro de 15 años de edad herido grave al caer desde una altura de tres metros. Mejor prevenir que curar, debió pensar la Dirección del instituto madrileño. Por ello enviaron una circular a los padres de los alumnos en la que advertían de las sanciones para los participantes en el enfrentamiento. Además, por si esto fuera poco, la mayoría de los cursos aprovecharon la jornada para ir de excursión y evitar tentaciones.
Por suerte, los dos furgones policiales presentes en Serrano no tuvieron que intervenir en esta ocasión.
