En las elecciones generales del 23 de julio de 2023, España vivió un escenario inédito que hace dudar de los resultados de dichos comicios, cuyo origen es el voto por correo. El Partido Popular (PP) se impuso como la fuerza más votada, obteniendo 137 escaños en el Congreso de los Diputados, frente a los 121 logrados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Sin embargo, la estimación publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre el voto por correo arrojó un resultado que, para muchos, resulta sorprendente: el bloque de izquierdas (PSOE y Sumar) habría ganado de forma clara esta modalidad de sufragio con un 51,1% de los votos. Este resultado hace cuanto menos dudar de que el partido ganador de las eleciones, perdiera el voto por correo, según el CIS.
Esta discrepancia entre el resultado general y el comportamiento del voto por correo ha despertado una oleada de sospechas, especialmente en un contexto en el que ha salido a la luz el papel desempeñado por Leire Díez, exdirectora de Relaciones Institucionales de Correos y militante del PSOE. A esto se une que durante la campaña electoral, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, animó a los españoles a votar por correo.: «Solicito desde ya el voto por correo, es seguro y en Estados Unidos ha sido la palanca del cambio, y estoy convencido de que puede serlo también aquí», decía en un mitin en Barcelona.
Una semana antes de las elecciones del 23-J, las encuestas daban por seguro una mayoría absoluta entre PP y Vox, según el sondeo publicado el 17 de julio por el diario La Razón, el PP ganaría las elecciones con 155 escaños (37,2% de los votos), seguido del PSOE con 107 escaños (28,3% de los votos). Por su parte, Vox conseguiría 27 escaños (11%), muy seguido se Sumar que conseguiría 26 escaños (11,3%).
Para conseguir la mayoría absoluta se necesitan un total de 176 escaños, por lo que PP podría obtenerla pactando con Vox.
VOX ha registrado en el Congreso una proposición de ley orgánica de reforma de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (LOREG), con el objetivo de reforzar las garantías democráticas del proceso electoral español y, muy especialmente, proteger el voto por correspondencia frente a posibles manipulaciones o fraudes.
La formación también ha presentado un escrito dirigido a la Junta Electoral Central para que se impulse una investigación, a través de la Guardia Civil, sobre los posibles fraudes cometidos en relación con el voto por correo a la vista de las últimas revelaciones de la militante del PSOE, Leire Díaz y su vinculación con el servicio de emisión de voto telemático.
El CIS y su estimación sobre las elecciones del 23J
La encuesta postelectoral del CIS, publicada meses después de los comicios, reveló que PSOE y Sumar dominaron el voto a distancia, con una diferencia considerable respecto al bloque de derechas (PP y Vox). En concreto, mientras la izquierda sumaba un 51,1%, la derecha se quedaba en un 34%. Aunque esta estimación se basa en encuestas y no en datos oficiales —ya que en España no se desglosa el voto por correo del presencial—, el contraste con los resultados finales ha resultado llamativo.
Esto es especialmente relevante porque el voto por correo alcanzó cifras récord en 2023: casi 2,5 millones de solicitudes, lo que representa un porcentaje histórico.
Leire Díez: ¿al frente del voto por correo?
En medio de este contexto, la figura de Leire Díez ha cobrado un protagonismo inesperado. Díez, fontanera del PSOE al PSOE y ex alto cargo de Correos, ha publicado en sus redes sociales que se sentía muy orgullosa de haber estado al frente del voto por correo durante las elecciones generales de 2023. Tras salir a la luz públicamente esas declaraciones, Correos se apresuró a negar que Díez tuviera responsabilidades operativas en el proceso de custodia y entrega de votos.
En las filas de la oposición, cunde la opinión de que pudo haber una manipulación en el voto por correo de las elecciones generales de 2023. El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ante lo que estamos conociendo estos días sobre Leire Díez, señalaba: «Y esta mujer, que hemos oído todos lo que estaba dispuesta a hacer, ha tenido responsabilidades en Correos en áreas tan críticas, que debemos preguntar cuál fue su actividad y por qué. Les confieso que asistimos con extraordinaria preocupación ante el hecho de que la fontanera Leire Díez, y Juan Manuel Serrano, que dejó Correos con unas pérdidas millonarias, gestionaran el voto de más de dos millones y medio de españoles en las generales», declaraba Semper.
La custodia del voto por correo: garantías y lagunas
El voto por correo en España está regulado y sometido a controles, pero su trazabilidad no es completamente transparente para el ciudadano común. Los sobres se depositan en Correos, que los custodia hasta su entrega en la mesa electoral correspondiente. No obstante, no existe una auditoría independiente que verifique el trayecto de cada voto, ni un recuento separado que permita analizar si las cifras del voto postal coinciden con patrones sociológicos u otras encuestas.
Esto, unido al aumento masivo de solicitudes en 2023, ha despertado las alarmas de posible manipulación, ya que el sistema no es del todo seguro, a diferencia del voto físico de los que acuden a votar el mismo día de las elecciones que es más difícil de cambiar de manera fraudulenta.
La polémica sobre el voto por correo y el papel de Leire Díez no es un asunto menor. En democracia, la percepción de limpieza electoral es tan crucial como el propio recuento de votos. Que una militante socialista vinculada al partido del Gobierno presumiera de su cercanía al proceso, que las encuestas apunten a un comportamiento electoral no reflejado en los resultados y que el sistema no ofrezca garantías de trazabilidad, forman un cóctel explosivo y alimentan las sospechas de un presunto pucherazo.
El voto por correo en las elecciones genérale de 2023 pasó a ser clave ya que alcanzó un récord histórico en dichos comicios, si se compara con las solicitudes de otras convocatorias electorales, donde apenas superaba el millón.