El pasado 28 de septiembre la Junta de Gobierno aprobaba la modificación del Plan General para la obtención de espacios destinados a servicios administrativos municipales, equipamientos básicos y zonas verdes. Dicha modificación permitirá la recuperación de un edificio singular de la arquitectura madrileña del siglo XX, el antiguo Mercado de Frutas y Verduras, y la construcción de un nuevo hito arquitectónico en altura que se va a configurar como la puerta del nuevo sur de Madrid. El más afectado por el cambio será el ámbito del antiguo mercado.
Rehabilitar un espacio histórico
El ámbito se compone de dos parcelas con una superficie total de 36.758 m2. Una de ellas es la del antiguo mercado, cuya superficie mide 31.533 m2 y está ubicada en Arganzuela. La otra es un solar de 5.225 m2 situado entre la Avenida del Manzanares y el número 109 de la calle Antonio López, en Usera. La modificación aprobada hará posible la rehabilitación del antiguo Mercado de Frutas y Verduras, uno de los ejemplos más radicales del racionalismo madrileño, construido en 1935 y diseñado por Francisco Javier Ferrero Llusiá, autor también de los mercados de Olavide y de Pescados de Puerta de Toledo y del viaducto de la calle Bailén. Debido al traslado de las instalaciones a Mercamadrid, el edificio del Mercado de Frutas se encontraba infrautilizado y en un entorno degradado. El Ayuntamiento está decidido a recuperarlo dentro del Plan de Revitalización de la Almendra Central, teniendo en cuenta el soterramiento de la M-30 que va a configurar un millón de metros cuadrados de espacios para zonas verdes en el marco del proyecto Madrid Río, un gran eje cultural y recreativo del que también forma parte el antiguo Matadero.
El inmueble albergará la futura sede del Área de Gobierno de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, ubicada en la calle Guatemala, y albergará también distintos equipamientos para Arganzuela. La rehabilitación para devolver al antiguo mercado su calidad arquitectónica incluirá la eliminación de los elementos añadidos que han desvirtuado el proyecto original, así como la recuperación del patio central, de 7.143 m2. La actuación contempla además la creación de un nuevo hito arquitectónico: una construcción de altura singular que se situará en el frente de la parcela del mercado que va a dar a la plaza de Legazpi y que se destinará a oficinas. Se refuerza así un ámbito que, con nuevos usos, está llamado a convertirse en un referente del nuevo sur de Madrid.