Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, sigue ocupando su escaño en el Congreso de los Diputados a pesar de haber anunciado su dimisión como dirigente del partido tras el demoledor informe de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) que lo señala como gestor clave de una red de comisiones ilegales, presuntamente ligadas a adjudicaciones públicas junto al exministro de Transportes, Jose Luis Ábalos y el asesor de éste, Koldo García.
Aunque el jueves por la mañana, Santos Cerdán anunció su dimisión del cargo orgánico y aseguró que abandonaría su escaño, lo cierto es que, según fuentes del Congreso, este viernes sigue inscrito en el Grupo Parlamentario Socialista, ya que no ha presentado formalmente el escrito de renuncia.
Según las informaciones a las que ha tenido acceso El Distrito, está valorando seguir exactamente el mismo camino que José Luis Ábalos: conservar su acta de diputado y pasar al Grupo Mixto, evitando así su salida del Congreso. Esta maniobra le permitiría mantener el aforamiento ante el Tribunal Supremo y seguir teniendo visibilidad institucional y mediática.
Este movimiento evitaría una salida inmediata y definitiva del Congreso y permitiría a Cerdán seguir participando en debates parlamentarios, además de reforzar su estrategia de defensa frente a los graves delitos que se le atribuyen en el informe de la Guardia Civil.
Si finalmente decide no renunciar a su acta como diputado, supondría una nueva crisis para el PSOE, ya que no podría sustituir el escaño por el siguiente de la lista del partido socialista ante una mayoría ya de por sí muy ajustada para sacar adelante leyes en el Congreso de los Diputados.
Santos Cerdán: comisiones por 620.000 euros y grabaciones comprometedoras
El origen de esta crisis institucional es el informe que la UCO ha remitido al Tribunal Supremo y a la Fiscalía Anticorrupción, donde se detalla cómo Cerdán habría gestionado 620.000 euros en comisiones ilegales provenientes de contratos públicos, muchos de ellos vinculados a la compra de material sanitario durante la pandemia.
En dicho informe, la Guardia Civil señala que el dirigente socialista aparece en conversaciones grabadas por Koldo García, exasesor de Ábalos, en las que se habla de repartir dinero con frases como: “Son 550.000 y de ahí descontamos”. Según los investigadores, se trataría de una red bien estructurada, con roles claramente definidos y presunta implicación de altos cargos socialistas.
Uno de los aspectos más explosivos del documento es que la UCO sugiere que Pedro Sánchez podría haber tenido conocimiento de estos hechos, aunque no figura como investigado. De hecho, el informe plantea que el presidente del Gobierno prescindió de Ábalos en 2021 no por razones políticas, sino porque sabía que estaba implicado en la trama de corrupción.
Pedro Sánchez comparece tras la dimisión y evita hablar de responsabilidades
Tras la dimisión de Cerdán, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció en la sede de Ferraz para tratar de contener los daños. En su declaración, pidió “perdón a los militantes y a la ciudadanía” por haber confiado en quien, según sus palabras, “le ha fallado al partido” y que fue él quién solicitó a Cerdán su dimisión, algo que se ha habido después que no fue así, sino que fue a petición propia del ex secretario de organización.
Sin embargo, evitó referirse al contenido del informe de la UCO y no respondió a la pregunta clave: ¿qué sabía el presidente y desde cuándo? Tampoco aclaró si tenía constancia de las grabaciones en las que aparece su hombre de confianza gestionando presuntas mordidas.
Sánchez anunció una auditoría interna y externa del partido y la reestructuración de su dirección, pero descartó convocar elecciones o asumir responsabilidades personales.
El precedente de Ábalos y el posible futuro de Cerdán
La estrategia que podría seguir Santos Cerdán se asemeja a la adoptada por José Luis Ábalos en febrero de 2024, cuando también se vio envuelto en el caso Koldo. El exministro pasó al Grupo Mixto, desde donde ha mantenido su defensa en medios y ha conservado su presencia institucional.
Cerdán podría estar barajando exactamente el mismo camino: no entregar el acta, abandonar el grupo socialista y pasar al Mixto para blindarse políticamente. Sería una fórmula para resistir dentro del Congreso, conservar fuero, visibilidad pública y evitar una renuncia total que se interprete como asunción de culpabilidad y mantendría su sueldo como diputado hasta que no se convocasen nuevas elecciones, que están previstas para 2027, si Sánchez no las adelanta antes.