El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha enviado este martes una carta abierta a la militancia, en la que advertía de una “operación de demolición moral” urdida por la derecha y la ultraderecha, adoptando una papel de víctima.
La misiva llega en un contexto de fuertes tensiones en Ferraz, tras los escándalos que salpican a los ex secretarios de Organización Santos Cerdán y José Luis Ábalos por el informe de la UCO, y tras los audios que estamos conociendo enmarcada por la presión interna por una crisis que hasta ahora no tiene visos de cerrarse.
Sánchez arranca la carta reconociendo que la militancia sufre “dolor, indignación y desconcierto” tras conocer que “compañeros hayan traicionado la confianza”. «La sospecha de que compañeros que ocuparon altas responsabilidades hayan traicionado la confianza de este partido y de los ciudadanos es una herida que nos duele a todos», ha indicado Sánchez, que defiende que han actuado con «contundencia», pidiendo «la renuncia inmediata de quien estaba implicado».
Ningún militante de un partido como el nuestro puede mirar con indiferencia las noticias de actos que nos repugnan. No solo por la falta de ejemplaridad. Sino por el machismo que proyectan algunas declaraciones conocidas, totalmente incompatibles con los valores progresistas y profundamente feministas de nuestra organización”, escribe.
El secretario general de los socialistas defiende la “contundencia” con la que ha actuado “pidiendo la renuncia inmediata de quien estaba implicado. Sin matices ni ambigüedades. Sin confundir jamás la lealtad con la complicidad, ni la presunción de inocencia con la impunidad”. Y destaca que “ningún partido está a salvo de la infamia de la corrupción” antes de volver a sacar pecho de su acción: “Nosotros expulsamos a quienes nos fallan; otros, los protegen. […] Nosotros denunciamos las prácticas corruptas; otros las encubren y amparan”.
Además ha insistido en que no conoció el informe de la UCO hasta la mañana del 12 de junio y considera que eso «habla de la salud democrática» del país porque el Ejecutivo no interfiere en investigaciones judiciales «como sí ocurrió en buena parte de la década pasada», ha lanzado en referencia al Gobierno del PP.
Sin embargo, el líder del ejecutivo ha evitado cualquier autocrítica sobre su papel personal en la designación y prolongación de cargos clave, como Cerdán o Ábalos, cuyo legado contamina la estructura del partido. Se limita a subrayar la firmeza con que el PSOE pide dimisiones, pero no asume su propia responsabilidad política.
El presidente ha aprovechado la carta para cargar contra la oposición con acusaciones directas:“Nos enfrentamos a una operación de demolición moral”, denuncia, y reta al PP y Vox a presentar moción de censura si creen en su supuesta debilidad.
Este mensaje supone una mirada hacia afuera, calificando a la oposición de instigadora del drama, pero sin aportar un relato sobre cómo el PSOE pretende recuperar su legitimidad ante el electorado ni mencionar cambios estructurales sino auditorías superficiales.
Según Sánchez, el partido ha actuado “con contundencia” —dimisión de Cerdán, expulsión de Ábalos, auditorías internas— defendiendo su actitud ejemplar .
La carta refuerza la tesis del “fin razonable” para renovación, pero sin reconocer vulnerabilidades internas. Así, lejos de cerrar la herida, el mensaje alimenta la impresión de que se insiste en un relato defensivo, sin admitir cambios profundos del estilo de “bajar la persiana del sanchismo”.
Ayer mismo Sánchez compareció ante los medios de comunicación tras la reunión de la Ejecutiva del PSOE. donde anunció que impulsará una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados para «conocer la verdad sobre el caso Koldo» y además comparecerá en la Cámara Baja para dar explicaciones sobre este asunto.
El líder del ejecutivo señaló que comparecerá en el Congreso en la primera fecha que sea posible «para dar las explicaciones necesarias y responder a preguntas de todos los grupos parlamentarios», ha indicado y ha al PP y a Vox a que presenten una moción de censura si creen que el Gobierno no cuenta con el respaldo de la mayoría parlamentaria.