Según ha desvelado El Confidencial, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estudia una operación interna para ascender prematuramente al rango de general al coronel Rafael Yuste, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
La maniobra se interpreta como un plan estratégico para relevarlo de la UCO y colocar en su lugar a un mando más alineado con el Ejecutivo de Sánchez, en un contexto de creciente tensión por las investigaciones en curso sobre Santos Cerdán y Begoña Gómez.
Aunque aparentemente se presenta como un «premio institucional», la maniobra permitiría a Moncloa alejar a Yuste del centro de las pesquisas sin apartarlo directamente. El ascenso prematuro, que el propio Yuste podría recibir en julio o antes de lo previsto, conllevaría su traslado inmediato, dejando la UCO bajo un mando que podría responder más fácilmente a las directrices ministeriales, que dependen directamente del Ministerio del Interior, comandado por el ministro Grande-Marlaska.
La operación no se limitaría a Yuste. El Ejecutivo contempla también ascender y relevar al general Alfonso López Malo, jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil, igualmente señalado por su defensa de la independencia en las investigaciones.
El propio Pedro Sánchez, en una carta dirigida a la militancia del PSOE hace unos días, insinuó que los agentes de esta unidad actuaban al dictado de una conspiración de la derecha. Acusó a la UCO de facilitar argumentos al PP y Vox a través del informe sobre Santos Cerdán, al que consideró instrumentalizado con fines políticos.
Los casos de la UCO que quitan el sueño a Sánchez
La UCO sigue instruyendo diligencias que preocupan mucho en Moncloa, una de ellas que continúa la investigación tras sobre el ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien renunció a su escaño tras las acusaciones de cobro de comisiones y manipulación de adjudicaciones públicas y que están provocando un terremoto político por el presunto cobro de mordidas, junto con el exministro de Transportes, José Luis Abalos, y su ex asesor Koldo García.
A esto se suma que el pasado viernes miembros de la UCO, registraron en la sede del partido socialista con el objetivo de clonar los correos de Cerdán, y donde permanecieron más de de horas en la quinta planta de Ferraz.
Los miembros de la unidad operativa preparan varios informes más, entre ellos uno del ministro de Política Territorial, Angel Víctor Torres, por la adjudicación de contratos sobre mascarillas durante la pandemia a la empresa Soluciones de Gestión de varios millones de euros.
A su vez, la UCO prepara un nuevo informe sobre el rescate de Air Europa, remitido al Tribunal Supremo que Javier Hidalgo, ex consejero delegado de Globalia, contactó con Begoña Gómez. «Está muy jodido, se está buscando la vida y acaba de llamar a Begoña», aseguró Víctor de Aldama, uno de los investigados, en una conversación interceptada por los agentes.
Por último, dicha unidad está ultimando un dossier de investigación sobre Francina Armengol, actual presidenta del Congreso de los Diputados, sobre como en el caso de Canarias, la adjudicación de mascarillas a la misma empresa así como adjudicar 10,4 millones a una empresa constructora, Levantina de Ingeniería y Construcción, que pagó mordidas a Ábalos y Cerdán
En este marco, Moncloa presiona para rediseñar el liderazgo de la UCO, con el fin declarado de reducir la autonomía de la unidad para frenar las investigaciones que podrían acabar con el gobierno de Sánchez.
Fuentes del Instituto Armado han defendido que los ascensos se basan en criterios técnicos y limitados por la normativa interna, deslindando cualquier motivación política. Solo la UCO actúa ya como policía judicial. ya que la UDEF, Unidad de Delitos Económicos de la Policía Nacional, está completamente politizada y no está llevando ninguna actuación que pudiera incomodar al Gobierno de Sánchez.
El director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Manuel Llamas, también se encuentra en tela de juicio por su total inhibición en la defensa de la UCO.