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«Agarraos al asiento»: Sánchez ignoró mascarillas el doble de baratas que las de Koldo

"Agarraos al asiento": Sánchez ignoró mascarillas el doble de baratas que las de Koldo

En la última edición de El Mundo al Rojo, programa transmitido por Distrito TV, se ha revelado una situación alarmante relacionada con la compra de mascarillas durante los momentos más críticos de la pandemia del Covid-19 en España.

Según la información presentada, el Gobierno de Pedro Sánchez desestimó una oferta de mascarillas que era el doble de barata que la que finalmente adquirió, lo que ha generado un amplio debate sobre la gestión de recursos públicos en tiempos de crisis.

La oferta ignorada

El informe develado en El Mundo al Rojo expone que el Gobierno cerró la compra de 188 millones de mascarillas a un precio de 2,50 euros por unidad, a una empresa vinculada al ‘Caso Koldo’.

Sin embargo, ya contaba con una oferta de otra empresa que ofrecía el mismo volumen de mascarillas a un precio de 1,35 euros por unidad.

Esta diferencia de precios ha sido objeto de críticas, especialmente cuando se considera la urgencia y la necesidad de adquirir equipos de protección personal en un momento en que el país enfrentaba una crisis sanitaria sin precedentes.

Advertencias ignoradas

Los correos electrónicos del Ministerio de Transportes, a los que tuvo acceso el medio El Confidencial, revelan que un alto cargo del ministerio advirtió sobre la diferencia de precios.

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En un correo enviado el 23 de marzo de 2020, Álvaro Sánchez Manzanares, entonces secretario general de Puertos del Estado, expresó su preocupación de manera contundente: «Os podéis agarrar al asiento».

Esta frase refleja la incredulidad y la preocupación por la decisión que estaba tomando el Gobierno en ese momento crítico.

Un contexto desgarrador

Cabe recordar el contexto en el que se encontraban los españoles en marzo de 2020. Con hospitales desbordados y un alto número de fallecimientos, la necesidad de mascarillas era urgente.

Mientras los profesionales de la salud luchaban en la primera línea, el Gobierno parecía más preocupado por el beneficio económico que por la salud pública.

La situación se tornó aún más crítica cuando se reveló que las mascarillas FPP2, consideradas esenciales, eran inaccesibles para la mayoría de la población debido a su elevado costo.

La crítica a la gestión gubernamental

Los comentarios en las redes sociales reflejan un profundo descontento con la gestión del Gobierno. Se argumenta que, en lugar de priorizar la salud de los ciudadanos, las decisiones tomadas estaban motivadas por intereses económicos y corrupción.

«El dinero público no existe, es dinero privado afanado por el Estado», ha asegurado uno de los panelistas invitados al programa, sugiriendo que las decisiones de compra estaban influenciadas por relaciones personales y corruptas entre funcionarios y proveedores.

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Responsabilidades y consecuencias

Durante la tertulia también se criticó la falta de responsabilidades asumidas por el Gobierno. A medida que la crisis sanitaria se intensificaba, el Ejecutivo se arrogó competencias en materia de salud, pero no asumió las responsabilidades que estas conllevaban.

En lugar de gestionar adecuadamente la crisis, se argumenta que el gobierno optó por desviar la responsabilidad a las comunidades autónomas, dejando a estas en una situación de desamparo y confusión.

El tráfico de influencias

La denuncia de un posible tráfico de influencias también se mencionó en El Mundo al Rojo, sugiriendo que la gestión de la crisis se convirtió en una oportunidad para enriquecer a ciertos individuos y grupos cercanos al poder.

«Se han enriquecido ellos, sus amigos y sus familias», ha afirmado otro de los tertulianos, lo que pone de relieve la percepción de que la crisis fue utilizada como un medio para obtener beneficios personales en lugar de servir al interés público.

La necesidad de transparencia

Ante estas revelaciones, surge una demanda creciente por mayor transparencia en la gestión de recursos públicos, especialmente en situaciones de emergencia. Los ciudadanos exigen respuestas y una rendición de cuentas que hasta ahora parece esquiva.

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La confianza en las instituciones se ha visto afectada, y muchos se preguntan cómo es posible que se hayan tomado decisiones tan cuestionables en un momento en que la vida de miles de personas estaba en juego.

La situación expuesta en programa líder de Distrito TV pone de manifiesto la necesidad de una revisión exhaustiva de las decisiones tomadas por el Gobierno durante la pandemia.

La gestión de la crisis sanitaria no solo debe ser evaluada desde el punto de vista de la eficacia, sino también desde la ética y la responsabilidad.

Los ciudadanos merecen saber cómo se han utilizado los recursos destinados a proteger su salud y qué medidas se están tomando para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

En un momento en que la confianza en las instituciones está en entredicho, es fundamental que se tomen medidas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.

El caso de las mascarillas es solo un capítulo en un libro más amplio sobre la desastrosa gestión de la crisis del Covid-19 en España, y es un recordatorio de que la vigilancia ciudadana es esencial para mantener a los gobernantes en el camino correcto.

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