El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rendido declaraciones a los medios de comunicación tras su salida de la cumbre de la OTAN y ha afirmado que ve, «con muy buenos ojos» los resultados de la reunión. «Han sido meses los que venimos trabajando para lograr el acuerdo que ha propiciado la unidad y el éxito de esta cumbre. Hemos lanzado un mensaje muy importante al mundo, y es que la OTAN está unida y sale de esta cumbre con más fortaleza frente a los desafíos que afronta», ha señalado.
Sánchez ha considerado que lo más importante que han pactado los aliados en este encuentro han sido las «capacidades técnicas y humanas para hacer frente a los desafíos de seguridad y defensa que los Estados miembros necesitan para los próximos años». «España está firmemente comprometida con estos objetivos de capacidad, que cumplirá en tiempo y forma como hemos hecho siempre», ha señalado.
«El Gobierno de España desplegará el ‘Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa’, que nos fija un objetivo de cumplir con el 2% del PIB en gasto en seguridad y defensa en nuestro país. España es un país serio que cumple con sus compromisos. No hemos hecho otra cosa que ir escalando hasta llegar a este 2% de inversión que tenemos previsto para el año 2025, un porcentaje que consideramos suficiente, realista y compatible con nuestro modelo social», ha indicado.
«Esta inversión es suficiente, realista y compatible con nuestro modelo social y con el estado del bienestar», ha reiterado ante los medios de comunicación.
Sánchez ha insistido en que con el pacto «gana la seguridad y el estado del bienestar» y ha resaltado que España no ha sido «arbitraria» sino «rigurosa» porque desea cumplir con la Alianza Atlántica. «Somos un socio fiable, hemos encontrado flexibilidad dentro de la declaración», ha manifestado, asegurando que si hay países que quieren «invertir el 5,6 o 7%, nosotros no podemos ponerlo en duda» porque la clave es «responder a las capacidades».
También ha defendido su posición asegurando que, de haber aceptado el aumento del 5%, tendría que destinar «más de 300.000 millones de euros» en la próxima década, recursos que saldrían de «más impuestos a la clase media» y «recortes» en los servicios públicos. «Me queda claro que si hoy hubiera otro presidente del Gobierno aquí, hoy España habría firmado el 5% del PIB y eso sería un absoluto error para España», ha dicho.