Si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tiene suficientes problemas con la corrupción que acorrala a su partido, ahora se suma un escándalo nuevo.
Según varias informaciones, Sánchez, fue advertido en 2017, un año antes de activarse la moción de censura contra Mariano Rajoy, sobre el comportamiento inadecuado de su entonces colaborador Francisco “Paco” Salazar, quien se ha visto forzado a renunciar a su cargo en el en el Comité Federal del PSOE por acusaciones de presunto acoso sexual.
El aviso que Pedro Sánchez ignoró
En este caso fue el propio Juanma Serrano, jefe de Gabinete de Sánchez en 2017, quien advirtió al presidente sobre los «excesos» y actitudes machistas de Salazar hacia varias periodistas. A pesar de estas advertencias internas, Pedro Sánchez decidió no actuar y mantuvo a Salazar en su círculo de confianza.
Francisco Salazar, considerado uno de los asesores más fieles del presidente, no solo se mantuvo en La Moncloa, sino que fue recompensado con tres cargos de responsabilidad pública y fue propuesto recientemente para ser secretario de Organización adjunto del PSOE.
Personas que han sufrido ese acoso afirman en privado «cuando da dos besos, pone la mano por debajo de los riñones, es un baboso, llamaba en horarios fuera de trabajo, mandaba mensajes, e invitaba a cenar a mujeres para teóricamente tratar temas de trabajo».
El secretario general del PSOE, ante la gravedad del asunto y para querer hacer ver que le preocupaba este caso, ayer mismo en el Comité Federal animó a las militantes y cargos orgánicos del partido que usen los canales anónimos de denuncia de la formación cuando sean víctimas de «casos de agresión o acoso sexual»
Francisco Salazar dimite tras las denuncias
El escándalo estalló cuando varias militantes socialistas denunciaron comportamientos «inapropiados» por parte de Salazar. Las acusaciones de acoso sexual forzaron que Salazar se haya desvinculado del equipo de la nueva Ejecutiva Federal del PSOE y ha renunciado también a su posición en La Moncloa, donde ocupaba el rol de coordinador Institucional de la Presidencia del Gobierno, asesorando directamente a Sánchez.
Todo este escándalo se supo justo en la víspera del Comité Federal del PSOE, donde se esperaba que Sánchez reorganizara la cúpula del partido tras el caso Santos Cerdán, que ingresó en la cárcel de Soto del Real el pasado lunes.
La dirección del PSOE ha intentado cerrar filas, pero el daño reputacional ya está hecho, ya que es otra oveja negra en la lista de elegidos por el presidente del Gobierno, tras seleccionar a dos secretarios de Organización, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, acusados de corrupción y de haber cobrado mordidas de contratos de obras públicas.
Las bases feministas del PSOE reclaman mayor transparencia y contundencia en la lucha contra el acoso dentro de las filas socialistas. Varias agrupaciones de mujeres han exigido una investigación interna y garantías de que no se volverán a encubrirse comportamientos machistas.
El PP acusa a Sánchez de encubrimiento
Desde la oposición, las reacciones han sido contundentes. El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Miguel Tellado, ha acusado directamente a Pedro Sánchez de encubrimiento y ha calificado el Comité Federal como un “comité funeral”, en alusión al descrédito que sufre el PSOE en plena tormenta judicial y política.
Tellado ha recordado que “Sánchez gobierna con el feminismo en los discursos, pero no en los hechos”, y ha pedido explicaciones públicas al presidente por haber ignorado alertas internas tan graves como las relacionadas con el caso Salazar.
Una crisis más en el PSOE
Mientras Pedro Sánchez intenta contener los daños, los escándalos se acumulan, y la oposición gana terreno en el debate público.
La renuncia de Salazar no solo implica la caída de un alto cargo, sino que abre una grieta profunda en el discurso feminista del PSOE y cuestiona la autoridad moral de quien ha hecho del “gobierno progresista” su principal bandera.