La propuesta de Pacto anticorrupción del PSOE al PP, cuando se acerca el final de la legislatura, suena a reconciliadora ante los casos de corrupción que han aparecido en Madrid, ya que parecen afectar a ambos partidos. Aunque al PP ni le interesa, ni parece darse por aludido.
Considerando esta propuesta como una forma de meter a los dos en el mismo saco, el caso es que, sabiendo que existen estos abusos y otros (como el del pocero de Seseña), y lo que tiene que hacer un ciudadano de a pie para comprar su primera casa, se queda corta esta propuesta. Porque hay motivos sobrados para salir a la calle y manifestarse ante la ausencia de un derecho tan fundamental como es el de acceso a la vivienda.
La lucha legal contra el "urbanismo salvaje" tiene que seguir. Pero el pacto entre los grandes partidos debería ser para hacer todo lo posible por abaratar el coste de la vivienda y dar más viviendas de protección oficial a las familias y parejas con más necesidades.