El Partido Popular (PP) del País Vasco ha intensificado sus críticas hacia el Partido Nacionalista Vasco (PNV) al vincularlo con la presunta trama de corrupción liderada por Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE. El presidente del PP vasco, Javier de Andrés, ha señalado directamente a Iñaki Alzaga, empresario de confianza del PNV, por sus relaciones mercantiles con Antxón Alonso, investigado en el caso.
Iñaki Alzaga es un empresario vasco con cargos directivos en compañías como Nortegás, Euskaltel y el Grupo Noticias. Según el PP, Alzaga mantiene vínculos empresariales con Antxón Alonso, propietario de Servinabar y figura central en la investigación por corrupción que afecta a Santos Cerdán. Estas conexiones han llevado al PP a exigir explicaciones al PNV sobre la posible implicación de su entorno en la trama.
El líder del PP vasco, Javier de Andrés, ha afirmado que el PNV debe aclarar públicamente la relación de su entorno con la trama de Santos Cerdán. De Andrés ha subrayado que no se trata de acusaciones infundadas, sino de exigir transparencia y responsabilidad política.
El PNV ha negado categóricamente cualquier implicación en la trama de corrupción y ha calificado de «ridículas» las afirmaciones de Santos Cerdán, quien declaró que el empresario Antxón Alonso influyó en la decisión del PNV de apoyar la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018. El partido ha enfatizado que Alonso no es afiliado ni tiene vínculos orgánicos con el PNV, y que las decisiones políticas se toman de manera soberana por sus órganos internos.
La polémica ha generado tensiones entre el PP y el PNV, especialmente en un momento en que el PP busca acercamientos con partidos nacionalistas para intentar sacar adelante la moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Pero desde el partido nacionalista ya les han trasladado que no van a apoyar dicha iniciativa, por lo que desde las filas populares han decido pasar al ataque contra el partido jetzale.
El PNV, por el momento ha optado por seguir apoyando a Sánchez, y es uno de los partidos menos beligerantes con la trama de corrupción que acorrala al ejecutivo de Pedro Sánchez, ya que según ellos, lo único que les haría cambiar de opinión, sería que dicha trama escalase a nivel del PSOE y se demostrara que se han estado financiado de manera ilegal.
Sin embargo, las acusaciones han dificultado cualquier posibilidad de entendimiento, y el PNV ha reiterado su compromiso con la transparencia y la legalidad.