Posibles causas del origen del apagón eléctrico en España

Hoy lunes España ha sufrido junto com Portugal un hecho sin precedentes: un apagón eléctrico masivo ha dejado sin suministro a millones de personas en España y Portugal desde las 11:45 hora española.

El suceso ha afectado también parcialmente al sur de Francia, generando una alerta internacional. ¿Qué pudo causar un evento de tal magnitud? A continuación, analizamos en detalle las posibles causas y el origen del apagón.

El fenómeno del «cero energético»

Una de las explicaciones principales ofrecidas por Red Eléctrica de España (REE) del apagón eléctrico fue la aparición de un «cero energético». Este término se refiere a una caída abrupta de la tensión eléctrica en toda la red, lo que provoca un apagado automático para proteger las infraestructuras.

El cero energético puede ocurrir cuando hay un fallo de sincronización entre diferentes partes del sistema eléctrico, haciendo que se dispare una reacción en cadena. En este caso, la desconexión automática aisló a la península ibérica del sistema interconectado europeo como medida de protección.

¿Fallo técnico o sabotaje de electricidad?

Una de las primeras hipótesis que surgieron fue la posibilidad de un fallo técnico de gran escala, como el colapso de una subestación estratégica o la desconexión inesperada de varias centrales de generación. Sin embargo, algunos expertos no descartan otras causas:

• Sobrecarga de la red: debido a un aumento de la demanda por altas temperaturas o a un error de cálculo en la distribución de energía.

• Ataque cibernético: en un contexto de creciente vulnerabilidad digital, las infraestructuras eléctricas son objetivos potenciales de ciberataques. Un sabotaje informático podría haber causado el fallo simultáneo de nodos críticos.

• Errores humanos: una mala gestión de la red, un fallo en los sistemas automáticos de control o la falta de respuesta adecuada ante un problema menor que se propagó.

Las condiciones meteorológicas, ¿un factor desencadenante del apagón eléctrico en España?

Algunos informes preliminares indican que durante las horas previas al apagón, la Península Ibérica experimentaba fuertes tormentas eléctricas y vientos intensos en varias regiones.

Estos fenómenos meteorológicos extremos pueden provocar:

• Caídas de torres eléctricas.

• Daños en subestaciones por impactos de rayos.

• Fluctuaciones de frecuencia en las líneas de transmisión.

La combinación de mal tiempo y una red eléctrica tensionada podría haber sido el detonante que provocó la desconexión masiva.

Vulnerabilidades de la red eléctrica actual

El apagón del 28 de abril evidencia ciertas debilidades en el sistema eléctrico:

• Dependencia de energías renovables intermitentes: con un alto porcentaje de producción solar y eólica, la estabilidad de la red depende cada vez más de condiciones cambiantes.

• Redes interconectadas frágiles: aunque interconectar redes permite compartir recursos, también significa que un fallo en una región puede afectar a otras.

• Falta de inversión en infraestructuras: sistemas antiguos, falta de mantenimiento o actualizaciones insuficientes en tecnologías de gestión de la red aumentan el riesgo de apagones.

La respuesta de las autoridades

Ante la magnitud del apagón, el Gobierno español, con Pedro Sánchez al frente, ha activado un gabinete de crisis. Este grupo coordina con Red Eléctrica de España y otros organismos europeos la reposición gradual del servicio.

En menos de dos horas, algunas regiones comenzaron a recuperar el suministro eléctrico, aunque la normalización completa se estima que puede ser entre seis y diez horas después del incidente.

Las islas Baleares y Canarias no se han visto afectadas debido a que su sistema eléctrico es independiente del continente, lo que demuestra la importancia de las redes aisladas para garantizar la resiliencia energética.

Consecuencias inmediatas del apagón

• Colapso del transporte público en Madrid, Barcelona, Lisboa y otras grandes ciudades.

• Fallos en las comunicaciones móviles e Internet.

• Interrupción de servicios de emergencia y de hospitales en algunas áreas.

• Cortes en sistemas de pagos electrónicos y cajeros automáticos.

• Problemas logísticos en aeropuertos y puertos.

El impacto económico todavía está siendo evaluado, pero se estima que las pérdidas podrían ascender a varios cientos de millones de euros.

Lecciones para el futuro para evitar otro apagón eléctrico

El gran apagón de abril de 2025 plantea una serie de lecciones que las autoridades deberán considerar:

• Invertir en modernización de infraestructuras eléctricas para mejorar la resiliencia frente a eventos extremos.

• Implementar sistemas de seguridad cibernética mucho más robustos para proteger las redes energéticas.

• Desarrollar protocolos de respuesta rápida ante emergencias eléctricas.

• Aumentar las capacidades de almacenamiento de energía para gestionar mejor la producción renovable.

La seguridad energética se convierte en una prioridad estratégica en el contexto actual de cambio climático, digitalización y conflictos geopolíticos.

El apagón eléctrico de la Península Ibérica es un evento extraordinario que pone en evidencia la fragilidad de las infraestructuras críticas. Aunque las causas exactas aún se investigan, la combinación de vulnerabilidades técnicas, fenómenos meteorológicos extremos y posibles amenazas cibernéticas ha generado una llamada de atención para modernizar y proteger el sistema eléctrico de cara al futuro.