Una lamentable situación se registró en un autobús de la EMT que circulaba por la zona del Retiro, cuando un joven con autismo subió al vehículo sin mascarilla, en compañía de su madre, y el conductor se negó a continuar la ruta hasta que se la pusiera.
El altercado sucedió justo después de que Carmen, la madre, llevara a su hijo Moisés al Hospital Universitario Infantil Niño Jesús, donde recibe atención por padecer un 80% de discapacidad y epilepsia.
Ante la negativa del conductor a emprender la marcha los usuarios llamaron a la Policía Nacional, que acudió al lugar minutos después y certificó los papeles del joven con Trastorno del Espectro Autista (TEA), ordenando al empleado de la Empresa Municipal de Transporte a retomar su camino.
Y es que las personas con problemas de salud están exentas de usar la mascarilla. Dadas las circunstancias, la EMT puso a disposición del joven y su madre un coche particular, para llevarlos directo a casa.