La acusación ha solicitado tres años de prisión para María del Valle Robles de Moya, así como una indemnización de 337.004 euros que deberá abonar a Carlos Hugo Fernández-Roca, además de una multa de 4.380 euros por la presunta comisión de un delito de falso testimonio en el juicio contra el exdiputado de Vox.
El juez de instrucción dictó en mayo pasado el auto de continuación del Procedimiento Abreviado, equivalente al auto de procesamiento, tras encontrar suficientes indicios de criminalidad para imputar a María del Valle Robles de Moya.
Según el magistrado, Robles de Moya habría hecho declaraciones con intención de añadir detalles falsos para lograr la condena del acusado en dicho procedimiento penal.
El magistrado explicó que los hechos podrían constituir un delito conforme al artículo 757 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim). Al existir suficientes indicios de criminalidad, se considera procedente seguir el Procedimiento Abreviado, de acuerdo con el artículo 779.4ª del mismo cuerpo legal.
Se mantendrá la situación de prisión provisional o libertad provisional, según se haya acordado previamente, ya que no se han modificado las circunstancias que motivaron tal medida. El exdiputado de Vox, militar de profesión, dejó su cargo en el Congreso de los Diputados en noviembre de 2020 tras conocer la denuncia en su contra.
«Han destrozado mi vida y la de mi familia por una denuncia falsa», declaró a diversos medios de comunicación tras conocer su absolución. Fernández-Roca expresó su satisfacción por haber probado su inocencia, pero también su preocupación por el daño causado a sus seres queridos.
«¿Quién resarce el daño causado a mi madre, a mi hermana, a mi padre?», cuestionó. Ahora será un Juzgado de lo Penal quien dicte sentencia a María del Valle Robles de Moya por estos hechos.
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El caso Fernández-Roca: una lucha contra las falsas acusaciones
El exdiputado de VOX, Carlos Hugo Fernández-Roca, ha vivido en los últimos años un calvario judicial y personal tras haber sido acusado injustamente de abuso sexual por María del Valle Robles de Moya. Este caso ha sido una muestra clara de los peligros que enfrentan muchos hombres en España a causa de las denuncias falsas, un fenómeno que, lamentablemente, no siempre recibe la atención que merece.
Los hechos
En noviembre de 2020, María del Valle Robles presentó una denuncia contra Fernández-Roca, alegando que el exdiputado de VOX había abusado de ella sexualmente tras una noche de consumo de alcohol. Esta acusación no solo forzó al político a dejar su escaño, sino que también puso en jaque su reputación personal y profesional. Robles afirmaba que estaba altamente ebria, al punto de necesitar ayuda para caminar, lo que la dejaba vulnerable ante los supuestos abusos.
Sin embargo, durante el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid en 2022, las pruebas comenzaron a desmontar el relato de la denunciante. Las grabaciones de cámaras de seguridad mostraban a María del Valle entrando en el portal del domicilio de Fernández-Roca sin ningún tipo de ayuda y caminando de manera normal, lo que contradecía directamente su testimonio. La inconsistencia entre su versión de los hechos y la evidencia presentada generó dudas más que razonables.
La absolución y la lucha por la verdad
Gracias a la rigurosa instrucción del caso y la presentación de las pruebas, Fernández-Roca fue absuelto por falta de pruebas concluyentes que sostuvieran la acusación en su contra. Esta decisión fue confirmada posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ratificó la inocencia del exdiputado.
Tras esta exoneración, Fernández-Roca no se quedó de brazos cruzados. Presentó una querella por falso testimonio contra María del Valle Robles, ya que quedó demostrado que ella había mentido en el proceso judicial. El Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid aceptó la querella y ha citado a la denunciante a declarar por presunto falso testimonio, lo que podría acarrear una pena de hasta tres años de cárcel si se demuestra que mintió con la intención de perjudicar a Fernández-Roca.
Las secuelas del caso
A pesar de haber sido absuelto, Carlos Hugo Fernández-Roca ha pagado un precio muy alto por estas acusaciones. La denuncia no solo lo obligó a renunciar a su puesto como diputado, sino que afectó profundamente su vida personal y profesional. Como él mismo ha declarado, el daño causado a su familia ha sido irreparable, y es un ejemplo más de cómo las denuncias falsas pueden destruir carreras y vidas enteras.
Este caso no es solo una victoria personal para Fernández-Roca, sino un ejemplo de cómo el sistema judicial puede, y debe, proteger a los inocentes ante acusaciones infundadas. Es crucial que la justicia no solo persiga a los culpables, sino que también tome medidas firmes contra quienes abusan del sistema con falsedades, como parece ser el caso de María del Valle Robles.
La importancia de luchar contra las denuncias falsas
El caso Fernández-Roca pone de manifiesto la necesidad urgente de legislar con mayor contundencia contra las denuncias falsas en España. Si bien es fundamental proteger a las víctimas de abusos reales, también es imprescindible que quienes acusan de manera falsa asuman las consecuencias de sus actos. Las denuncias falsas no solo dañan a las personas inocentes, sino que también minan la credibilidad de las verdaderas víctimas y socavan la confianza en el sistema judicial.
Carlos Hugo Fernández-Roca ha demostrado valentía al enfrentarse a estas falsas acusaciones y, con su querella por falso testimonio, busca no solo resarcir el daño sufrido, sino también sentar un precedente que desaliente futuros abusos del sistema judicial.
Es hora de que las autoridades españolas reconozcan el daño que pueden causar las denuncias falsas y adopten medidas más firmes para castigar a quienes las presentan, protegiendo así a las verdaderas víctimas y garantizando que la justicia prevalezca.