Este martes, Arnaldo Otegi, líder y secretario general de EH Bildu, condenado por pertenecer a ETA y Carles Puigdemont, presidente de Junts, fugado de la justicia, se reunieron en Waterloo (Bélgica), para tratar varios temas en su agenda.
Principalmente «trabajar sin cesar para que se reconozcan y garanticen los derechos políticos, culturales y lingüísticos tanto del pueblo catalán como del pueblo vasco», en resumen, seguir impulsando el objetivo de conseguir la independencia del País Vasco y Cataluña.
En Waterloo, Otegi ha sido recibido por Puigdemont, quien estuvo acompañado por Gorka Elejabarrieta, secretario de Relaciones Políticas de EH Bildu. Según la información proporcionada por la formación vasca, el encuentro se ha llevado a cabo en «un ambiente respetuoso, constructivo y cordial», y ha permitido «intercambiar impresiones» sobre la situación política actual, así como abordar «los desafíos que enfrenta el País Vasco y Cataluña en un contexto internacional cada vez más incierto y cambiante».
La oportunidad de reflexionar e intercambiar propuestas y análisis acerca del rol que deben desempeñar las instituciones europeas en el «nuevo contexto geopolítico» ha sido aprovechada por ambas delegaciones, quienes también han discutido sobre la autonomía estratégica que debe adoptar la Unión Europea.
Ambas formaciones independentistas son fundamentales para mantener al presidente Pedro Sánchez en la Moncloa y saben que es el mejor momento para intentar conseguir todo lo que le exigen en materia de competencias y cesiones a sus respectivas regiones. Aunque ideológicamente Otegui y Puigdemont se encuentran en los extremos, ya que Bildu es de extrema izquierda y Junts de ultraderecha, les une el fin último que es conseguir la autodeterminación de Cataluña y el País Vasco.
Otegui y Puigdemont, una unión necesaria para sus intereses contra España
La reunión se sitúa en el contexto de la serie de reuniones que Otegi ha llevado a cabo tras su reelección como líder de EH Bildu, y este es el primer desplazamiento a Bruselas desde que, en febrero, retomó la dirección de la agrupación independentista.
Se han comprometido Puigdemont y Arnaldo Otegi a sostener la comunicación entre Junts y EH Bildu con el fin de enfrentar «los desafíos que emergen desde las realidades vasca y catalana» y perjudicar a España al intentar desligar dos regiones vitales y separarlas del Estado.
Así, ambas agrupaciones políticas asumen el compromiso de que cuanto más tiempo permanezca Sánchez al frente del Gobierno para España, mejor será para sus intereses ya que saben que un hipotético ejecutivo de Feijóo con apoyo de Vox sería muy lesivo para sus formaciones ya que díficilmente seguirían en la senda de hacer desaparecer al Estado en ambas comunidades autónomas.
