Todo comenzó a las 21.30 horas de la noche del 23 al 24 de septiembre. Ocho descargas de sonido y luz blanca en otros tantos puntos de Madrid estrenaban La Noche en Blanco, la gran fiesta cultural que revolucionó la capital durante 10 horas y a través de 240 actividades nocturnas diferentes en lugares diversos y siempre emblemáticos. Se implicaron hasta 284 entidades culturales, entre las que destacaban el Prado, el Reina Sofía, la Real Academia de Bellas Artes, el Teatro Circo Prize, el Círculo de Bellas Artes y muchos otros, con tres puntos neurálgicos: el Palacio de Comunicaciones, el Matadero y el Conde Duque. Una ‘Línea blanca’ de autobús recorría el perímetro cultural y permitía a los visitantes elegir su propio programa. El Retiro puso el colofón a la fiesta con 7 conciertos en 7 puntos del Parque. “La Noche en Blanco no pertenece al Ayuntamiento sino a toda la ciudad, porque ha sido ella, su tejido social e institucional, el que ha respondido con entusiasmo a nuestra convocatoria”, dijo el alcalde durante la presentación del evento el pasado 15 de septiembre. Y es que los madrileños han correspondido a esta iniciativa -común a otras ciudades europeas- que les mostró “tesoros ocultos” en la noche mágica en que Madrid se redescubrió a sí misma.
